Podríamos decir que éste es un "juego heruístico" ,una actividad, donde los niños interactúan con los diferentes tipos de materiales que encuentran y los exploran. Los niños descubren a través de los sentidos las características de los objetos que manipulan, realizando así nuevos aprendizajes.
Según la edad del niño, éste hará una u otra cosa con lo que descubra, los bebés se preguntan qué pueden ser esos objetos y los niños mayores intentarán averiguar qué pueden hacer con ellos.
Podemos ayudarles con el juego recolectando pequeños tesoros que encontremos en la naturaleza, desde piedras hasta palos de madera, a veces podemos encontrarnos incluso un tesoro real, quién sabe, mi hijo el otro día se encontró un anillo (era bisutería) pero para él es el tesoro de un pirata que llevaba siglos escondido en el fondo del mar.
Qué necesitamos
Un envase de plástico vacío Tapa con asa Cartulina y rotulador Tiempo para disfrutar con vuestros hijos
Simplemente tenéis que hacer dibujos en la cartulina simulando los tesoros que os vais a encontrar en el bosque, podéis poner el nombre de vuestro hijo, por ejemplo: "Caja de Tesoros de Mateo". Podéis pegar la cartulina con cinta washi para darle un toque más artístico y actual al envase.
Ahora sólo queda salir a la naturaleza y mirar al suelo, descubriremos miles de cosas preciosas: piñas, bayas, semillas, hojas, ramas, flores, billetes de 500 €... ¡quién sabe!
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