El uso del chupete en bebés pone en riesgo la lactancia materna exclusiva durante 6 meses
Dicen las recomendaciones oficiales que lo ideal para un bebé es que tome el pecho durante 6 meses de manera exclusiva. Lo dicen desde hace años y gracias a la insistencia y a que cada vez más mujeres tienen esta información las tasas de lactancia están aumentando y cada vez son más las madres que lo logran.
Sin embargo, son muchas todavía (mayoría en realidad) las que no llegan a cumplir con la recomendación y por eso se siguen estudiando cuáles son los factores que impiden que las mujeres lo logren (vimos hace unas semanas que tener sobrepeso u obesidad afecta hace que más mujeres dejen de dar el pecho porque piensan que el bebé se queda con hambre), confirmándose en un estudio que reciente que el uso del chupete ayuda a que la lactancia materna exclusiva se vea interrumpida.
Nada de chupete hasta el mes de vida
Normalmente ya se evita el chupete durante el primer mes en los bebés amamantados por una cuestión doble: que no se confunda a la hora de mamar y que no pierda tomas.
El pecho se mama abriendo mucho la boca. Cuanto más abierta está mejor maman, así que interesa que desde el principio la abran mucho y no la dejen cerradita, en pequeño, porque entonces sacan menos leche, hacen daño y provocan grietas. Como el chupete se coge con la boca más cerrada, porque no provoca la necesidad de abrirla, muchos bebés se acostumbran en cierto modo a este agarre y luego tratan de repetirlo en el pecho, generando las molestias que comentamos y que no habrían aparecido de no haberse usado.
Además, como tienen el estómago pequeñito, se cansan comiendo y a veces incluso maman menos de lo que necesitan (porque se quedan dormidos), interesa aprovechar todas las oportunidades de que coman, que en cuanto estén un poco despiertos mamen, que en cuanto hagan algún gemido estén comiendo, porque si en vez de darles pecho se les pone el chupete se corre el riesgo de que se queden dormidos succionándolo, perdiendo así una toma.
Por estas dos razones se recomienda no hacer uso del chupete en el primer mes de vida del bebé, y a partir del mes de vida hacer lo que a los padres les haga sentir más cómodos. Muchos se lo ofrecen al bebé y éste lo acepta, muchos lo ofrecen y el bebé no lo quiere ni en pintura y muchos no llegan a ofrecerlo porque cada vez que el bebé se queja tiene el pecho para mamar, comer y calmarse de nuevo.
El chupete como elemento distorsionador de la lactancia materna exclusiva
El estudio del que hablo se realizó en Brasil, donde han conseguido un increíble 50% de madres que dan LME (lactancia materna exclusiva) a los 6 meses. Para hacer el estudio hicieron encuestas a un gran número de mujeres en el año 1999 y de nuevo en el año 2008 (a un total de 42.395 niños menores de 6 meses).
Al analizar los datos vieron que la prevalencia de LME aumentó del 25,1% en 1999 al 40,3% en el 2008. En el mismo periodo de tiempo, el uso del chupete disminuyó del 58,5% al 41,6%. Tras analizar todos los posibles datos de confusión y las variables que podrían hacer que no hubiera causalidad (que dejaran la lactancia por otra cuestión no relacionada con el chupete), vieron que el uso del chupete tenía una relación muy significativa con la interrupción de la lactancia materna.
En el año 1999 los bebés que usaban chupete tenían un 165% más probabilidades de dejar la LME que los que no. En el año 2008, los que usaban chupete tenían un 177% más probabilidades de dejar la LME antes de los 6 meses. Para que os hagáis una idea, un 100% sería el doble de probabilidades de dejarlo, así que 165% y 177% es más del doble.
Como conclusión al estudio los autores comentan lo siguiente:
El uso del chupete fue el factor de riesgo más importante para la interrupción de la LME. Las estrategias eficaces para reducir el uso del chupete entre los lactantes menores de 6 meses pueden mejorar aún más las tasas de LME en Brasil.
Es decir, sugieren que se siga apoyando a madres y padres para que no abusen del uso del chupete y, si puede ser, que no hagan uso de él, para que la prevalencia de bebés amamantados hasta los 6 meses sea mayor.
Otro estudio que analizó el cumplimiento o no de los Diez pasos para una lactancia exitosa de la OMS mostró que cuando no se cumplían el paso 4 (amamantar dentro de la primera hora de vida) ni se cumplía el paso 9 (no dar a los niños/as alimentados al pecho tetinas o chupetes), la lactancia materna se reducía de media 11,8 semanas, que son casi 3 meses.
Pero el chupete es beneficioso porque protege contra el Síndrome de la Muerte Súbita, ¿no?
Eso parece. Un estudio realizado en el año 2012 en el que se comparó a un grupo de 260 bebés que fallecieron por SMSL con un grupo de 260 bebés sanos constató que el uso del chupete parece ser protector, probablemente por facilitar un sueño menos profundo al ir succionándolo a ratos. En números, vieron que los niños que usaban chupete tenían un 70% menos probabilidades de muerte súbita.
Otro estudio que comentamos hace poco concluyó que el chupete es positivo en caso de colecho, pero que no hace tanta diferencia si el bebé duerme separado, y agregó que dormir con el bebé a partir de los 3 meses disminuye en un 90% el riesgo de muerte súbita, independientemente de que usaran o no chupete.
Entonces, ¿chupete sí o chupete no?
Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Son datos y cada padre y cada madre tiene que hacer con ellos lo que considere mejor:
- Darle el chupete al niño es práctico para algunos padres y protege ante el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante, pero está asociado a una duración menor de la lactancia.
- No darle el chupete hace que no haya elemento para calmarle más allá del pecho (y los brazos, a veces), pero así la lactancia materna dura más tiempo. La lactancia por sí sola también protege ante el SMSL, y combinada con el colecho todavía más.
Si os sirve mi experiencia, deciros que con el primero intentamos darle chupete porque pensábamos que era lo que había que hacer, darle un chupete, porque todos los bebés los llevaban, pero como se negó completamente a pesar de probar con varios modelos y tamaños, no insistimos. Con el segundo y el tercero ya ni lo intentamos. Ya nos habíamos acostumbrado a vivir sin chupete y no vimos la necesidad de añadir otro factor de dependencia a los niños (ni a nosotros mismos). Vamos, que ninguno de mis 3 hijos han usado nunca chupete.
Pero esto es lo que hicimos nosotros, que no tiene por qué ser mejor. Con esta información, los padres que usáis chupete podéis luchar por contrarrestar la tendencia. Sabedores de que es un riesgo para lograr la lactancia materna exclusiva por seis meses, podéis luchar para conseguirlo igualmente. Digamos que lo bueno que podéis extraer de esta información es que ahora lo sabéis y podéis evitarlo.
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