Durante las primeras semanas de vida es frecuente que los bebés amamantados solo quieran estar en el pecho de su madre. Las tomas son largas (prácticamente se enlaza una con otra), los movimientos del bebé son pausados y tranquilos, y el cruce de miradas entre madre e hijo es constante.
Pero llega un momento, en torno a los tres o cuatro meses en donde todo cambia. El bebé empieza a mostrar un gran interés por el mundo que le rodea y el pecho de mamá ya no es su prioridad. Muchas madres definen las tomas como "caóticas": el bebé mama un minuto y se suelta porque todo lo que sucede a su alrededor capta su interés y le distrae. Conseguir que vuela a agarrar el pezón no siempre es fácil, y cuando lo hace suele soltarlo nuevamente al menor estímulo.
¿Por qué sucede? ¿Qué puede hacer la madre para reconducir la situación¿
¡Mi bebé se distrae constantemente cuando está mamando!
Tu bebé acaba de agarrarse al pezón y empieza a mamar, pero apenas lleva un minuto cuando lo suelta repentina y centra su atención en lo que hay a su alrededor. Todo parece captar su interés, sobre todo si hay estímulos visuales o sonoros, como una televisión encendida, la luz de una lámpara o la voz de alguien que no es la de su madre.
"Se distrae con el vuelo de una mosca", dicen las madres. Y realmente parece que es así. El bebé suelta el pecho rápidamente y se esfuerza por incorporarse para observar, otros giran la cabeza hacia el estímulo, tratan de mirar por debajo del brazo de su madre o sueltan y cogen el pezón repetidas veces.
Sea como sea, el resultado es una toma caótica, distraída y constantemente interrumpida, para frustración y desesperación de la madre.
¿Por qué sucede?
Esta etapa suele comenzar entre los tres y los cinco meses, coincidiendo con un mayor desarrollo de los sentidos y con el despertar de su curiosidad.
El bebé se da cuenta de que el pecho de mamá no es lo único que hay en el mundo.
El bebé ha pasado de dormir prácticamente durante todo el día, a pasar largos periodos de tiempo despierto y muy atento a todo lo que le rodea. Disfruta observando, analizado su entorno y maravillándose con cada pequeño detalle que descubre.
Aunque en algunos casos se trata tan solo de una etapa y pasado el tiempo el bebé vuelve a relajarse durante las tomas, en otros este comportamiento podría volver más adelante o incluso permanecer en el tiempo. ¡Y es que no todos los bebés son iguales, y los hay que son especialmente inquietos, curiosos y observadores!
¿Se está alimentando bien a pesar de interrumpir constantemente la toma?
Esta fase suele coincidir con la crisis de lactancia de los tres meses, y muchas madres lo interpretan como una señal de que su bebé está perdiendo interés en la lactancia o de que ella "se están quedado sin leche".
Pero nada más lejos de la realidad. El bebé sigue necesitando el pecho de su madre, solo que a medida que va creciendo y se va desarrollado su curiosidad, es más fácil que se despiste durante la toma.
No obstante, desde la Asociación Española de Pediatría nos recuerdan que a partir de los tres meses los bebés mejoran notablemente su capacidad de succión, siendo capaces de extraer toda la leche que necesitan en apenas unos minutos.
Por eso, y aunque a la madre le pueda parecer que su bebé está poco tiempo en el pecho y que apenas mama, si su crecimiento está siendo adecuado y el bebé está alegre y activo, no habría por qué preocuparse.
¿Hay algo que pueda hacer para reconducir la situación?
Para muchas madres, este comportamiento distraído del bebé llega a resultar muy confuso y frustrante. Por eso, lo más recomendable sería consultar con un profesional en lactancia que te de confianza y seguridad, pues como decíamos, en muchas ocasiones se interpreta este gesto de forma negativa.
Pero teniendo claro que las distracciones del bebé durante la toma son algo normal y propias de su desarrollo, lo único que puedes hacer es tener paciencia y seguir ofreciendo el pecho a demanda como hasta ahora.
No obstante, te compartimos algunos consejos que podrían ayudarte:
- Trata de dar el pecho a tu bebé en una habitación con pocos estímulos (luces con baja intensidad, sin ruidos, sin nadie que distraiga al bebé mientras mama...). No se trata de encerrarte a oscuras en un cuarto cada vez que tengas que dar el pecho a tu bebé, pero sí de reducir en lo que puedas los estímulos que os rodean.
- Algunos bebés se centran más en la toma cuando la madre está en movimiento. En este sentido, amamantar mientras porteas podría convertirse en una buena solución.
- Aprovecha especialmente los momentos en los que el bebé está adormilado para darle de mamar (por ejemplo, cuando se acaba de despertar de la siesta o cuando está a punto de coger el sueño), y por supuesto no prescindir de las tomas nocturnas.
- A veces la situación también mejora cambiando la postura para amamantar al bebé.
- Intenta captar la atención de tu bebé durante la toma para que únicamente se fije en ti. Por ejemplo, puedes hablarle, cantarle, acariciarles, juguetear con su manita en tu boca, poner su mano en tu collar de lactancia...
- No te enfades con tu bebé si se suelta constantemente o incluso gira su cabeza hacia otros estímulos con tu pezón en la boca y te hace daño. Haz el vacío para que te suelte e intenta reconducir la situación con delicadeza y paciencia, persuadiéndolo para que vuelva al pecho.
Foto de portada | Freepik