El síndrome de muerte súbita del lactante se define como la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año de edad. Aunque se desconoce la causa exacta, médicos y científicos consideran que existen diversos factores implicados y existen una serie de recomendaciones que los padres deben seguir para evitar que suceda.
Una de ellas, es evitar practicar el colecho durante las primeras semanas y meses del bebé, sin embargo, un estudio reciente encontró que en el caso de los bebés que son amamantados de forma exclusiva, hacer colecho con ellos no aumentaría el riesgo de muerte súbita. Te explicamos por qué.
Durante mucho tiempo, se ha recomendado que los bebés duerman en la habitación de los padres durante su primer año de vida, como una forma de evitar el riesgo de muerte súbita, en una cama o cuna aparte de ellos. Sin embargo, este nuevo estudio matiza el tema del colecho en el caso de los bebés que son amamantados.
La investigación, dirigida por James McKenna, experto en lactancia materna y director del laboratorio conductual del sueño de mamá y bebé de la Universidad de Notre Dame, encontró que cuando los bebés son amamantados y sin la presencia de otros factores de riesgo, el colecho no aumenta el riesgo de muerte súbita.
Incluso, el equipo de investigadores explica que es posible que el colecho sea beneficioso exclusivamente para los bebés que son amamantados, en cuanto a la prevención de la muerte súbita:
"Cuando las madres lactantes duermen con sus bebés, ellas los protegen a ellos de posibles factores estresantes fisiológicos, que incluyen el cubrimiento de las vías respiratorias y el sobrecalentamiento por su posición característica para dormir (acurrucados alrededor de sus bebés, creando un espacio limitado para dormir con sus cuerpos), conocida como la posición en forma de C". Es decir, las madres lactantes, incluso al dormir, están en constante modo de vigilancia.
Pero además de eso, en comparación con los bebés que son amamantados pero duermen solos, los bebés que son amamantados y colechan con su madre pasan menos tiempo en etapas de sueño profundo y más tiempo en etapas ligeras del sueño, lo que facilita un rápido despertar y la terminación de apneas.
Esto en realidad no es nada nuevo, pues el mismo James McKenna y su equipo de investigación desde hace años comenzaron a hablar de esta práctica, bautizándola como "breastsleeping", una mezcla de "breastfeeding" (alimentación con pecho) y "co-sleeping" (colecho), algo de lo que en su momento llegamos a hablar.
Con esta nueva investigación, reportan que no existe evidencia que indique que hacer colecho con bebés que son amamantados aumente el riesgo de muerte súbita, sino que hasta incluso podría ayudar a prevenirla (siempre y cuando no existan otros factores de riesgo y se sigan las recomendaciones de los profesionales).
Ellos concluyen que la comunidad médica necesitan revisar las recomendaciones actuales, pues diferentes factores pueden cambiar el factor de riesgo, como en este caso, donde la diferencia la marca el tipo de alimentación que recibe el bebé.
Foto | iStock
Vía | Motherly
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