Recientemente se ha celebrado el Día Mundial contra el Cáncer de mama, cuyo lema este año era "Súmate al rosa". Esta enfermedad la padecen aproximadamente unas 20.000 mujeres en nuestro país, y gracias a todos los avances la supervivencia por cáncer de mama ha aumentado notablemente.
Pero hay algo que siempre resultará difícil, y es contarles a tu hijos (y más si son pequeños), lo que te está ocurriendo. Y es por eso mismo por lo que una madre se ha embarcado en la gran aventura de escribir el cuento "Mamá se va a la guerra", otra forma de hablar a los niños sobre el cáncer de mama.
Su autora, Irene Aparici, tras recibir el diagnóstico de un cáncer de mama, no dejaba de darle vueltas a cómo explicarle todo esto por lo que iban a pasar a sus dos hijos pequeños. Y de esta forma es cómo se fraguó la idea de escribir esta historia de superación personal.
La historia que nos cuenta "Mamá se va a la guerra" no es otra que la historia de Irene, quien se convierte en una reina de largos cabellos que tiene la misión de defender su territorio de aquellos que le han declarado la guerra. Pero para ello debe avisar a sus hijos, los Principitos.
Y no sólo aparecen ellos en la historia, ya que todas aquellas personas que ayudaron en la vida real a Irene a superar su enfermedad aparecen representados de una u otra forma en esta preciosa historia de princesas donde se trata el cáncer de forma optimista y que, como en la mayoría de los cuentos de hadas, acaba con un final feliz.
Tras terminar de escribirlo, y antes de nada, decidió enseñárselo a su oncólogo para que le echara un vistazo y se asegurase de que no había escrito nada descabellado en la historia. Y para sorpresa de la autora, no sólo recibió el visto bueno sino que el especialista le dijo que ese cuento estaba siendo utilizado para hablarles a los niños pequeños sobre el cáncer.
Me parece una iniciativa preciosa, ya que aborda un tema presente en nuestra sociedad y que en muchas ocasiones es difícil de explicar, no sólo a los niños, sino también a familiares y amigos.
La historia de Irene es una gran muestra de que el cáncer de mama no tiene por que ser un tema prohibido, y gracias a "Mamá se va a la guerra", tenemos otra forma de hablar a nuestros hijos sobre el cáncer de mama de modo ameno y adaptado a ellos.
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