Hace unas semanas Lola hizo mención de este libro en una recopilación con seis recomendaciones para regalar a las madres en el Día de la Madre. Al verlo en la lista me llevé la mano a la frente al recordar que todavía no había hablado de él.
En una cada vez mayor oferta literaria relativa a la infancia, la crianza, el puerperio y demás, confieso haber leído cada vez menos, por sentir que ningún libro me aportaba ya nada que no supiera o sintiera. Sin embargo, de entre las aguas apareció "¿Donde está mi tribu?" y entonces sentí una pequeña bofetada que decía: "que, ¿creías que ningún libro sobre crianza podría hacerte pensar? Pues toma."
Y es que Carolina Del Olmo, su autora, que podemos leer también en su blog, que recibe el mismo nombre: ¿Dónde está mi tribu?, ha querido, y ha logrado navegar en las difíciles aguas de la crianza buscando un norte que no encontraba en las conocidas corrientes de cuidado actuales.
Mientras nos cuenta el proceso de cómo se convirtió en madre, mostrando sentimientos y sensaciones, nos habla de todo lo demás, de otras madres, de cómo lo hacen, de cómo lo viven, de cómo la sociedad afecta a las madres y padres actuales, de cómo se ha comportado hasta ahora con los niños y de qué papel juega cada uno de ellos ahora, en un mundo cada vez más individualista.
Es una pequeña joya que no debéis dejar pasar porque aun cuando os sintáis como yo, que ya tengo tres hijos y que me considero un padre bastante curtido en la materia, no solo por lo leído, sino sobre todo por lo vivido, encontraréis en él ideas, fragmentos y premisas que os harán considerar (o reconsiderar) valores propios que considerabais inamovibles.
Es un libro poco superficial, y eso quiere decir que no es para leer de pie, a ratitos mínimos, sino que merece una buena sentada (o varias), para centrarte en él con los cinco sentidos y desgranar cada una de las ideas que nos va ofreciendo.
No digo que lo que vais a leer os vaya a gustar, ni que vayáis a estar de acuerdo con lo que dice, ya que yo mismo sentí, al leerlo, que no compartía algunas cosas. Pero es que da igual, pues no lo pretende, no es en realidad un libro de crianza, ni de ayuda. La cosa no va de eso, no va de decir "lo cierro, no me gusta" o "no estoy aprendiendo nada que pueda aplicar con mis hijos". No somos nosotros los que debemos controlar por dónde va a ir el libro, como quien trata de controlar una película cuando cree que sabe lo que va a pasar. La cosa va de leer, o escuchar, y entender sus motivaciones y las de las personas de las que habla. Y de paso, entender por qué la sociedad está ahora en el punto en que está. Algo así, volviendo a esa película, como darte cuenta de que ya es imposible adivinar qué viene después, y decides simplemente dejar de luchar y centrarte en disfrutar (o no) de lo que vendrá.
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