Fortalece el sistema inmunitario del bebé, favorece su crecimiento, reduce el riesgo de enfermedades y puede llegar a proteger a los niños de la obesidad y la diabetes. Sí, los beneficios de la lactancia materna son múltiples y muy variados. Unas virtudes que afectan tanto a la madre como al pequeño pero que, sin embargo, no siempre es posible practicar in situ.
Nos estamos refiriendo a aquellos casos en los que, tras dar a luz y pasado el permiso de maternidad, debemos reincorporarnos al trabajo. Momento en el que podemos optar a la lactancia diferida. Una práctica que es posible llevar a cabo de manera favorable si tenemos en cuenta ciertos parámetros. Pero vayamos con algunas aclaraciones.