Si con un peque en casa apenas da ya tiempo para nada, educar y cuidar a dos puede parecer una misión hercúlea y casi imposible. Sin embargo hay muchos trucos que podemos poner en práctica para organizarnos mejor cuando tenemos un niño todavía pequeño en casa y además llega un recién nacido. Te contamos que puedes hacer para que a los días no les falten horas y puedas encontrar tiempo para todo. ¿La palabra clave? Planificación.
Repartid las tareas de forma equitativa
Limpiar el polvo, barrer y fregar el suelo, poner la lavadora, ir a la compra, hacer la comida... Y cuidar de un bebé y un niño pequeño. Con dos hijos hay que organizarse para llevar la casa. Coged lápiz y papel y estableced juntos un plan de labores domésticas que se base en el reparto equitativo. A parte de disminuir considerablemente el trabajo y agobio de ambos, os servirá para valorar mutuamente lo que hacéis.
Con niños en casa, la familia tiene que funcionar como un equipo
Con niños en casa, la familia tiene que empezar a funcionar como un equipo bien coordinado. Pensad en qué cosas se os dan mejor a cada uno y repartid las tareas de casa de manera que cada uno se ocupe de aquellas en las que resulte más rápido, eficiente y eficaz para obtener los mejores resultados posibles.
También es importante que os sentéis juntos para acordar de qué manera vais a resolver los problemas que van surgiendo: ¿Quién puede llevar al peque a vacunar? ¿Quién le lee un cuento al mayor? ¿A dónde nos vamos de vacaciones? ¿Quién se encarga de organizarlas? Si los dos conocéis las tareas que hay pendientes y os repartís el trabajo, formaréis un gran equipo.
Hablad con vuestros amigos y familiares para que respeten vuestros horarios y pedidles ayuda cuando lo necesitéis.
Establece un calendario de rutinas
Ir de compras una vez por semana es mucho más eficiente que hacerlo todos los días. Turnaos para que cada uno se encargue de comprar los comestibles cada semana. Así a ninguno de los dos le resultará pesado esta tarea. También podéis ir a hacer la compra en familia. A los bebés les suele relajar el hilo musical de los supermercados. Muchos peques se lo pasan pipa recorriendo los pasillos en busca de sus cereales favoritos a bordo del carrito del súper.
Los hábitos, los horarios y las rutinas aumentan la eficacia
Rellenad un calendario de comidas semanales. Si tenéis días fijos para cocinar pasta, legumbre, arroz o pescado, no tendréis que pensar todos los días lo que prepararéis.
De esta forma encontraréis tiempo para disfrutar de momentos muy importantes con vuestros bebés, como acurrucaros con los peques en el sofá o pasear por el parque con ellos. Podéis establecer horarios fijos para casi todo: bañar a los peques, salir a pasear, limpiar la casa, echarse la siesta, pasear al perro, ir al parque con los niños, etc.
El cuidado de dos niños pequeños de diferentes edades
A la hora de comer, si el mayor de los dos niños ya toma sólidos, colocadlo en una tronita adecuada a su edad para poder tener las manos libres. Así podréis ayudarle a comer mientras vosotros mismos coméis o mami le da el pecho al más pequeño. Si habéis optado por darle el biberón al recién nacido, turnaos para ocuparos de la alimentación de los dos peques alternando vuestra atención de uno a otro de forma consecutiva. Así los dos se sentirán igual de atendidos por ambos progenitores.
Si ambos son lactantes, la mamá puede practicar la lactancia en tandem. Aunque la frecuencia será mayor en las tomas del recién nacido, puedes hacer coincidir muchas de las veces que amamantas a tus hijos.
Si el trabajo os lo permite, compartid la hora de la siesta para que toda la familia pueda tomarse un pequeño descanso. En cuanto al sueño nocturno, los dos peques deben acostarse al mismo tiempo ya que todos los niños pequeños deben dormir un mínimo de diez horas hasta los tres años. Si vais a practicar colecho con dos peques debéis prestar atención a las principales medidas de seguridad. Si finalmente esta opción no os resulta cómoda, siempre podéis instalar una cuna de colecho en vuestra habitación. Lo que no es una buena idea es hacer coincidir la llegada del bebé con el traspaso a la habitación del otro niño, ya que el mayor podría sentirse desplazado.
No os olvidéis de guardar algo de tiempo para vosotros. Es algo que solemos ir aparcando pero los abuelos de vez en cuando nos pueden echar una mano, llevando a los peques a pasear al parque o quedándose unas horas con ellos en casa.
Organización familiar: en casa y en la calle
Aunque tengáis que respetar las diferentes necesidades y etapas de desarrollo de cada uno de vuestros hijos, ambos pueden ir a la misma guardería y, más adelante; al mismo colegio, al mismo polideportivo, al mismo club de fútbol o a la misma clase de baile. Escoger instalaciones cercanas a casa o al trabajo simplificará mucho la organización familiar. Así evitaréis tener que estar corriendo todo el día de un sitio para otro.
Simplificad las cosas. Cada peque tiene que tener su propio espacio, pero sus actividades pueden coincidir. A la hora de comer, por ejemplo, colocad a cada peque en su sitio.
Simplificad las cosas: las actividades pueden coincidir
Una hamaquita para el más chiquitín y un asiento adecuado para el hermanito mayor, os permitirán disfrutar de algo de espacio propio y atenderles al mismo tiempo. Una sillita de baño con ventosas puede mantener seguro al mayor mientras se baña con papi y el pequeñín puede estar siendo lavado por mami justo al lado.
En el coche es imprescindible que cada uno ocupe su espacio con su correspondiente sistema de retención adaptado a su peso, talla y edad. De esta manera, ellos estarán seguros y vosotros estaréis tranquilos.
Para salir a la calle de paseo o de compras, a pie o en coche, escoged una silla gemelar ligera y fácilmente plegable como la Silla de Paseo Echo Twin Garnet.
Una vez plegada se queda de pie, por lo que ahorra mucho espacio en una casa en la que viven varios peques. Echo Twin Garnet dispone de respaldo totalmente reclinable y se puede utilizar desde el nacimiento. Al mismo tiempo, sus amplios asientos aseguran el confort de los hermanitos mayores y cada uno se ajusta de forma independiente. Su estructura ligera y ultra-compacta garantizan también la comodidad de los padres.
Al principio puede que no es resulte fácil, pero con la práctica diaria, una buena organización y la experiencia, poco a poco todos iréis adquiriendo los hábitos que más cómodos os resulten y terminaréis por adaptaros a vuestra propia rutina familiar. A medida que los peques crezcan, la diferencia de edad no será tan grande y compartirán cada vez más momentos juntos.
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