Vivimos en España una ola de calor histórica para un mes de junio con termómetros que alcanzan los 40 grados a la sombra en la mayoría del territorio, e incluso más en algunas ciudades.
Son temperaturas más propias de julio o agosto, con la diferencia de que estamos aún en el mes de junio y los niños siguen yendo al colegio. El curso está finalizando y los niños se asan en las aulas sin aire acondicionado. Pero ¿quién piensa en ellos?
Haciendo frente al calor
Gorras para salir al patio, rociarlos con agua, ventiladores -en el mejor de los casos-, y abanicos de papel son las escasas herramientas que tienen los profesores y los niños para soportar este calor abrasador.
Algunas regiones están tomando medidas para hacer frente a la ola de calor. Por ejemplo, en Extremadura se aprobó acortar la jornada escolar para que las clases finalicen a las 12 de la mañana, mientras que en Murcia se redujo el horario lectivo hasta las 13 horas en los meses de junio y septiembre. Por su parte, los padres de algunos colegios de Córdoba -donde las temperaturas superan los 43 grados- recogen a sus hijos a mediodía para evitar las horas de más calor. Pero son medidas puntuales que no solucionan el problema.
Los niños son especialmente vulnerables a sufrir un golpe de calor por las altas temperaturas. Pueden sufrir dolor de cabeza, lipotimias, desmayos, vómitos... Y si tenemos en cuenta que no dejarán de jugar en el patio por más calor que haga (¡son niños!), que el calor dificulta la concentración y el aprendizaje, y que no son condiciones para soportar jornadas escolares de ocho horas, vuelve a abrirse el debate sobre si deberían instalarse aire acondicionado en las aulas.
Las aulas deberían tener aire acondicionado
Si los colegios fuera considerados como un centro de trabajo y nos rigiéramos por la Ley de prevención de Riesgos Laborales, las aulas de los colegios no deberían superar los 27 grados de temperatura para que tanto alumnos como personal docente pueda trabajar en condiciones óptimas.
Según esta ley, la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares debe estar comprendida entre 17 y 27 ºC. ¿Por qué no se cumple en los colegios?
Esta semana se han llegado a registrar más de 40 grados en las aulas de muchos colegios, y esto ha puesto en pie de guerra a padres y profesores, que exigen a las consejerías la instalación inmediata de aparatos de aire acondicionado o ventiladores para poder soportar las altas temperaturas.
¿Por qué los colegios no instalan aire acondicionado?
La mayoría de centros educativos no están preparados para afrontar situaciones climáticas tan extremas como esta. Patios sin sombra, parques de juegos a pleno sol, aulas sin aislamiento térmico... y un largo etcétera de condiciones que ponen en riesgo la salud de los niños.
Además, los meteorólogos alertan que en los próximos años, el calor irá a peor por el cambio climático. O sea, que hay que tomar medidas ya.
Al aire acondicionado ayudaría a crear un clima mucho más agradable para los niños, y ayudarlos a rendir mejor en el estudio o los exámenes (no olvidemos que en estas fechas se rinden exámenes finales y recuperaciones).
Las excusas son variadas. Que puede acumularse polvo y bacterias, y proliferar en las aulas. Pero esto se soluciona con un adecuado mantenimiento de los aparatos. O, ¿cómo hacen en las oficinas?
Pero no todo es un aire acondicionado, aunque desde luego ya es mucho más que un abanico de papel. La solución pasa por reacondicionar los centros escolares para hacer frente al cambio climático que estamos sufriendo. Plantar árboles en los patios, crear barreras vegetales, aislamiento de techos y paredes, paneles solares... Pero esto ya es una utopía. De momento, nos conformamos con que se instale aire acondicionado en los colegios y nuestros hijos no se asen en las aulas.