Las discusiones inútiles son como ese episodio repetitivo de una serie que nunca avanza la trama: agotador y sin sentido. Esas peleas en las que parece que hablamos distintos idiomas, terminan drenando la energía de cualquier relación.
Pero, ¿y si te dijera que hay dos frases que pueden cambiar el rumbo de una discusión? Son simples pero efectivas, y tienen el poder de desactivar conflictos y de abrir un espacio para el entendimiento.
Antes de conocerlas, pongámonos en contexto. Imagina que estás discutiendo con tu pareja (o con cualquier otra persona, no tiene por qué ser la pareja) porque se olvidó de avisarte que llegaría tarde. Tú sientes que no te tuvo en cuenta; él o ella siente que estás exagerando. Resultado: una espiral de acusaciones que no lleva a ninguna parte. Aquí es donde entran en juego estas dos frases mágicas.
1) "Ayúdame a entender cómo te sientes"
Esta frase, que puedes aplicar en una situación como la descrita o similar, es decir, no tiene que ser exactamente la misma, es un auténtico botón de pausa en cualquier discusión. ¿Por qué? Porque desarma la defensiva. En lugar de atacar o justificarte, estás diciendo: "Me importa tu punto de vista".
Volvamos al ejemplo: estás enfadada porque tu pareja llegó tarde y no avisó. En vez de decir algo como: "Siempre haces lo mismo, no te importa cómo me siento" (que al fin y al cabo, es un reproche), prueba con: "Ayúdame a entender cómo te sentiste al no avisarme".
Quizás él o ella responda: "Estaba agobiado con el trabajo y se me pasó". Ahora tienes una ventana a su mundo interno. Tal vez no lo hizo para ignorarte, sino porque estaba desbordado. Escuchar su perspectiva desactiva el conflicto y es también una forma de mostrar empatía.
El truco aquí es genuinamente querer entender, no usarlo como una trampa. Preguntar sin juzgar permite que el otro baje la guardia y se sienta visto. Y eso es fundamental en cualquier relación.
2) "Esto es lo que necesito de ti"
El 90% de los conflictos de pareja se resumen en necesidades no expresadas. Queremos que el otro se dé cuenta de lo que necesitamos como si tuviera poderes telepáticos. Cuando eso no ocurre, aparecen las quejas veladas, como: "Nunca me ayudas con las cosas de casa" o "Siempre estás pegado al móvil".
La clave de esta frase nueva que te propongo está en su claridad. En lugar de criticar lo que hace mal, estás pidiendo algo concreto que pueda hacer para mejorar la situación.
Sigamos con el ejemplo: tu pareja llegó tarde y tú te sentiste ignorada. Tras escuchar su versión con la primera frase, puedes añadir: "Esto es lo que necesito de ti: que la próxima vez me avises si vas a tardar. Así sé qué esperar y me sentiré más tranquila".
Con esta petición, eliminas ambigüedades. No estás diciendo "hazlo todo perfecto" ni culpándole. Estás explicando qué acción específica te haría sentir mejor. La mayoría de las personas prefieren saber exactamente qué pueden hacer para ayudar a su pareja, en lugar de quedarse atrapadas en la nube gris del "¿qué hice mal?".
¿Por qué funcionan estas frases? Esta es la razón
Ambas frases trabajan en equipo porque atacan dos pilares fundamentales de las discusiones: la falta de comprensión y la falta de soluciones claras. Cuando usamos "ayúdame a entender cómo te sientes", dejamos de asumir cosas sobre la otra persona. Y cuando añadimos "esto es lo que necesito de ti", transformamos las quejas en propuestas constructivas.
Así, lo que realmente funciona de estas frases no es solo su contenido, sino la intención detrás de ellas. Comunican respeto y el deseo de mejorar la relación, no de ganar la discusión o 'tener la razón'.
Cómo usarlas en la vida real: un mini-guión
Traduciendo todo lo que te he comentado, te resumo a través de un mini-guión cómo quedaría el resultado final de aplicar estas frases en una posible (o potencial) discusión en pareja:
- Escenario: Tu pareja olvida una fecha importante.
- Tú: En lugar de decir: "¿Cómo puedes olvidar algo tan importante?", optas por: "Ayúdame a entender cómo te sentiste al olvidarlo. ¿Pasó algo?"
- Respuesta: "Es verdad, lo olvidé porque he estado a tope con el trabajo. Lo siento, no fue mi intención".
- Tú: Sigues con: "Esto es lo que necesito de ti: que la próxima vez pongas una alarma o algún recordatorio. Me haría sentir que nuestra relación también es una prioridad para ti".
De repente, lo que podía haber sido una pelea explosiva se convierte en un momento de conexión y aprendizaje. ¿Te animas a probar alguna de estas frases?
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