Las plantas de interior son un elemento esencial en cualquier hogar, ya que además de darle un toque natural a nuestros espacios, los llenan de vida y color, especialmente si se trata de plantas con preciosas flores.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas plantas pueden representar un riesgo para nuestras mascotas ya que contienen sustancias tóxicas para perros y gatos que, de ser ingeridas por ellos, podrían ocasionarles problemas de salud según lo que señalan algunas investigaciones.
Entre la lista de plantas que son peligrosas para nuestras mascotas, encontramos algunas plantas de interior que son muy populares en España, por lo que es importante identificarlas para evitar tenerlas o mantenerlas fuera del alcance de nuestros animales, especialmente si son curiosas o propensas a masticar plantas, especialmente los cachorros.
Monstera deliciosa o costilla de Adán
Esta es una de las plantas de interior más populares, gracias a que necesita mínimos cuidados y llega a alcanzar grandes dimensiones, haciéndola un fuerte elemento natural decorativo para nuestro hogar.
Sin embargo, la monstera deliciosa -y otras plantas de la misma familia como veremos más adelante- puede ser peligrosa para los animales, ya que contiene cristales de oxalato. Estos tienen efectos irritantes en la piel y las membranas mucosas y, debido a su forma de cristales afilados, pueden quedar atrapados en los tejidos y provocar síntomas de envenenamiento.
Entre estos se incluyen picazón, ardor, hinchazón, reacciones inflamatorias, la formación de ampollas en la piel y membranas mucosas, ronquera, salivación, vómitos y dificultad para tragar, así como la posibilidad de presentar hinchazón en lengua y garganta, lo que podría ocasionar asfixia.
Si se consume de forma crónica pueden causar daño en los riñones y las vías urinarias, y en casos de un consumo excesivo, pueden provocar gastroenteritis grave con sangrado del tracto gastrointestinal, dolores cólicos, convulsiones y la muerte.
Pothos, poto o potus
A pesar de ser una planta recomendada para mejorar la salud mental, el Epipremnum aureum, conocido informalmente como poto, potus, pothos, también es una planta tóxica para nuestras mascotas, ya que pertenece a la misma familia de la monstera deliciosa: las aráceas (Araceae).
Esta planta en particular también se ha identificado como alergénico y al igual que la monstera, contiene cristales de oxalato. De ser consumido por perros o gatos, puede provocar los síntomas antes mencionados, por lo que es importante mantenerla alejada.
Otras plantas de la familia de las aráceas, y que pueden ser peligrosas para las mascotas provocando los mismos síntomas, incluyen el lirio de la paz (Spatiphyllum) y el filodendro (Philodendron).
Ciclamen o Cyclamen persicum
Entre las plantas con flores encontramos el ciclamen (Cyclamen persicum), una planta que suele florecer en invierno y es originaria de Europa y el este del Mediterráneo. Esta planta pertenecen a la familia Primulaceae, cuyos tubérculos contienen saponinas como la ciclamina, que tiene un fuerte efecto hemolítico.
La ingestión de ciclamen causa una grave irritación local, vómitos, diarrea y anemia hemolítica, que puede dar como resultado cianosis, disnea y hemoglobinuria. Ocasionalmente, también se producen convulsiones y parálisis muscular, así como abortos en animales gestantes.
Sansevieria
Otra de las plantas de interior más populares es la Sansevieria, también como "lengua de suegra", "Lengua de Tigre" o "Espada de San Jorge", que pertenece a la familia Asparagaceae.
A pesar de no ser de la misma familia, la sansevieria también contiene saponinas como el ciclamen, que tienen un efecto irritante y potencialmente hemolítico.
La ingestión de sanseveiria puede provocar irritación local, salivación, vómitos, diarrea, pérdida de apetito, depresión, debilidad y ataxia. En el caso de los gatos, también se ha observado midriasis y taquicardia.
Rosario o senecio rowleyanus
Esta planta colgante de la familia Asteraceae, que se caracteriza por sus pequeñas perlas de color verde, es tóxica para las mascotas debido a que contiene alcaloides pirrolizidínicos que pueden ocasionar citotoxicidad, mutagenicidad y carcinogenicidad.
Entre los síntomas que pueden presentarse tras la ingestión de esta planta se incluyen fatiga, apatía, pérdida de peso y problemas digestivos como diarrea, prolapso rectal, ascitis, ictericia y reacciones fotosensibles en la piel y membranas mucosas.
También podrían ocurrir síntomas neurológicos, caracterizados por un cambio en el comportamiento (por ejemplo, agresividad y pica), un cambio en la postura, empujar la cabeza, ignorar obstáculos mientras caminan, etc. La intoxicación generalmente se manifiesta solo después de un consumo crónico de estas plantas, mientras que las intoxicaciones agudas son raras.
Ficus
Finalmente, un grupo de plantas que ha adquirido popularidad en los últimos años: las ficus o plantas de higuera, que incluyen el árbol de caucho gomero o caucho sabanero (Ficus elastica) y la Ficus lyrata, siendo esta última de las más conocidas.
A diferencia de las plantas anteriores, las ficus pueden ser peligrosas para las mascotas sin ser siquiera consumidas por ellos, ya que ocasionan una reacción alérgica al contacto con su piel, aunque también puede ocurrir después de ingerir la planta. El síntoma más común es la irritación cutánea.
Otras plantas populares que ocasionan reacción alérgica al contacto y al ser ingeridas son: el crisantemo, las prímulas y el geranio.
¿Qué pasa si mi perro o gato ha ingerido solo un poco de alguna de estas plantas tóxicas para ellos?
Hasta el momento se considera que no existe una cantidad que sea segura o inofensiva para las mascotas en caso de ingerirlas, ya que incluso cantidades mínimas pueden ocasionar síntomas como vómito y diarrea, así como algunos síntomas no son tan evidentes ni se observan a simple vista.
En caso de que tu mascota haya ingerido alguna o se sospecha que lo haya hecho, la recomiendación es llevarlo inmediatamente al veterinario.
Por otro lado, si realmente queremos tener ambos en casa (mascotas y plantas), es necesario entrenar a los animales para que no se las coman ni jueguen con ellas, o mantenerlas en un sitio donde no puedan alcanzarlas.
Foto de portada | Helena Jankovičová Kováčová en Pexels