Ángela Müller y Marta Parra son las responsables de Parra-Müller. Arquitectura de Maternidades, un proyecto arquitectónico que inicialmente surgió para renovar los espacios hospitalarios destinados a la atención al parto, y dotarlos de calidez, comodidad y funcionalidad, tanto para la mujer, como para profesionales y acompañantes.
Ambas son arquitectas y madres, y es precisamente la maternidad, lo que hizo que estas mujeres se dieran cuenta de lo importante que es sentirse cómoda y arropada en el momento crucial del parto. Por ello, decidieron unirse para desarrollar un proyecto que, poco a poco, va transformando los espacios de algunos hospitales de nuestro país.
Cómo nació "Parra-Müller"
A la hora de acudir al hospital para dar a luz, son varias las mujeres que aseguran sentirse vulnerables, poco respetadas en sus deseos y muy incómodas físicamente, pues aún hay muchos hospitales donde son obligadas a parir tumbadas o a dilatar sin poder moverse de la cama.
En varias ocasiones hemos hablado de cómo estos arcaicos protocolos pueden influir en el desarrollo normal del parto, además del recuerdo, en ocasiones muy desagradable y traumático, que llega a dejar en la mujer.
Ángela y Marta tienen tres hijos cada una, y a través de sus propias experiencias dando a luz, y de escuchar los relatos de otras mujeres, matronas y ginecólogos en la asociación El Parto es Nuestro a la que pertenecen, se dieron cuenta de que algo tenía que cambiar.
Con el tiempo, su visión humanizada de los espacios comenzó a ir más allá del área de maternidad, y ambas profesionales trabajan también en otros espacios de salud, como el Hospital de Día Oncológico de Aranda de Duero, su último proyecto.
"Actualmente estamos trabajando en varias líneas, con proyectos muy interesantes y diversos: estamos escribiendo un libro para una editorial universitaria que recoja nuestro pensamiento, la evidencia y buenas prácticas en torno a los espacios de parto y nacimiento, ya que en español no hay nada publicado" - nos cuenta Marta al preguntarle sobre sus últimos trabajos.
"También estamos desarrollando un proyecto en salud mental de un hospital, ya que nos hemos dado cuenta de que el ámbito de la salud mental es una de las especialidades olvidadas de nuestro sistema de salud, a parte de ser, posiblemente, el campo donde más impacto puede tener el entorno"
Un área de partos humanizada y acogedora
Para ambas arquitectas, dar a luz en un hospital no debe ser sinónimo de incomodidad, pérdida de intimidad o impersonalidad. De hecho, el bienestar y el confort de la madre y el bebé deberían ser los objetivos prioritarios, y esto es lo que pretenden conseguir con su visión arquitectónica de parto humanizado y respetado.
Desde que hace 10 años comenzaran a trabajar juntas, han realizado innovadores proyectos en las salas de partos y neonatología de distintos hospitales de nuestro país, como por ejemplo el Hospital de Getafe, el área de maternidad del Hospital HM Puerta del Sur, o la unidad de partos de baja intensidad de la Clínica Nuevo Belén, galardonada con el premio internacional IIDA.
Entre los cambios arquitectónicos más notables que introducen ambas profesionales en sus proyectos, está la creación de un espacio amplio, íntimo, amable y acogedor, con zona de descanso para acompañantes y profesionales sanitarios, baño privado, y áreas de dilatación, tanto en el agua, como en movimiento.
Y es que es precisamente la necesidad que tiene la mujer embarazada de moverse libremente durante el proceso de dilatación, uno de los aspectos que inspira a estas arquitectas a la hora de diseñar sus paritorios. Para ello, incluyen un diseño espacial, junto con mobiliario funcional, para animar a la parturienta a moverse, teniendo los puntos de apoyo y materiales necesarios en cada momento, para que sea ella quien controle el espacio y no al revés.
Asó lo explicaban Ángela y Marta en un artículo publicado en 2015 y titulado "La arquitectura de la maternidad. Recuperar y crear nuestros espacios":
"Los espacios de parto y nacimiento deben producir y garantizar el ambiente acogedor, cálido y confortable que la mujer de parto necesita. Deben también garantizarle a ella, su bebé y quienes les acompañan la seguridad e intimidad que necesitan"
"Los espacios pensados desde el cuidado por la percepción de la parturienta y sus necesidades físicas y ambientales, generan un proceso liberador en un momento muy vulnerable para las personas implicadas. La consecuencia inmediata es una transformación del empoderamiento de las mujeres en el inicio de su maternidad"
Esta idea de paritorio único, que alberga un espacio amable para la mujer durante su trabajo de parto, puede resultar novedoso en nuestro país, pero no así en otros países europeos, donde lleva años funcionando en los hospitales.
¿Qué resultados han tenido estos cambios arquitectónicos?
En verano de 2014 concluyó la unidad de parto de baja intervención del Hospital Nuevo Belén, y no hay nada mejor que las cifras y las estadísticas para conocer cómo han influido estos cambios arquitectónicos en los partos que han tenido lugar desde entonces.
Si atendemos a los datos publicados por el propio hospital, podemos comprobar lo siguiente:
De las 879 pacientes atendidas desde 2014 y hasta 2017, el 86% de ellas tuvieron un parto vaginal, y el 14% fue cesárea, reduciendo considerablemente la tasa de cesáreas que tenemos en nuestro país (especialmente en la sanidad privada), y situando el porcentaje dentro de las recomendaciones estipuladas por la OMS.
Además, el 77% de las mujeres con cesárea previa, dio a luz de manera natural.
Todas las mujeres pudieron optar por el método analgésico que consideraron más eficaz: agua en bañera de parto, deambulación, uso de material de ayuda con pelota, liana etc.. Un 54% de las mujeres optaron por no utilizar anestesia epidural.
- Sólo un 12% de los partos fue instrumental, y las episiotomías registradas fueron del 6%.
Por tanto, queda patente que el espacio importa mucho a la hora de lograr un parto íntimo, respetuoso y humano, con todas las ventajas y beneficios que esto tiene para madre y bebé.
Pero no es suficiente con cambiar el diseño arquitectónico...
En contra de lo que pudiera parecer a simple vista, este tipo de proyectos no tiene un coste elevado, ni tiene por qué ser algo exclusivo, sino que se trata de algo necesario que debería implementarse en todos los hospitales.
Pero para poder cambiar la perspectiva y lograr una maternidad más humana, las arquitectas coinciden en afirmar que no sólo es importante el diseño arquitectónico, sino que se necesita un cambio de mentalidad en el personal sanitario implicado, que lleve aparejado un cambio en los protocolos y procedimientos.
"Siempre que hay un cambio integral de modelo se producen unas sinergias fuertes con otros agentes de cambio, y a su vez, aparecen resistencias que tratan de perpetuar el modelo existente "porque siempre se ha hecho así" - nos cuenta Marta Parra.
Los proyectos de Parra-Müller han tenido una gran acogida entre aquellos profesionales y organizaciones que apuestan por el cambio.
"Nos hemos centrado siempre en las personas y organizaciones que apuestan por la innovación y que son permeables a mejoras, y en ese sentido, hemos tenido mucha suerte con nuestros clientes y colaboradores. Porque además, el impacto del espacio en nuestras vidas es tan sustancial que los beneficios se notan enseguida. Porque a todos nos gusta estar, vivir, trabajar en entornos agradables y, sobre todo, saludables".
"Nuestra apuesta por atravesar todas las escalas desde la mirada de las necesidades de todas las personas implicadas, nos ha permitido trabajar, tanto en fases iniciales de proyectos, como en los detalles finales, que son los que más cambian la experiencia del usuario".
Ojalá, poco a poco los poyectos de Ángela Müller y Marta Parra vayan implementándose en los hospitales de nuestro país, y logren cambiar la visión del parto que todavía existe en demasiados centros. Porque los grandes cambios comienzan con pequeños pasos.
Fotos | David Frutos para Parra-Müller
Agradecimientos | Ángela Müller y Marta Parra