Su inventora es una madre que estaba "cansada del llanto nocturno" de su hijo y que justifica la necesidad de esto explicándo que en su familia son hiperactivos y su mamá también la ataba a ella. Para remate señala que "lo importante es que ayuda a educar el hábito de sueño".
Algunos inventan aparatos para atar a los niños. La ignorancia es atrevida y cruel. Atar a un niño no educa nada. Ni por el descanso de sus padres, ni aunque diese resultado, la crueldad y el maltrato psicológico hacia los niños no pueden ser justificados. Hay días que pesa levantarse de la cama y ver como el mundo no comprende que los niños son seres humanos que merecen el mismo trato que los demás. Lo que hecho a un adulto nos horroriza no podemos aceptar que se haga a un niño indefenso.
Vía | www.lun.com