El diagnóstico de cáncer de un hijo es uno de los momentos más difíciles que puede atravesar una familia. El mundo parece venirse abajo y se piensa en el duro camino que hay que recorrer. Pero no hay que perder la esperanza, porque llegará el ansiado día de tocar la campana del fin de la quimioterapia.
Con la campaña 'Bye Bye Quimio', que ha presentado la Fundación Juegaterapia en el Día Internacional del Cáncer Infantil quiere dar un mensaje positivo, de fuerza y esperanza a todos los niños enfermos de cáncer y a sus familias.
Los protagonistas de las campaña son niños que están atravesando por un tratamiento oncológico, como Alma, Samantha, Javi, Rubén y Julia. Ellos son algunos de los 1.500 niños que son diagnosticados cada año de cáncer en España, y la supervivencia de la enfermedad es de un 80 por ciento.
Un sonido esperanzador
En muchos países cuando se toca una campana en un hospital significa que un niño está diciendo adiós a la quimio, “sonidos de felicidad para la familia que termina el ciclo y de esperanza para la familia que empieza el tratamiento”, indicó la presidenta de la Fundación, Mónica Esteban.
Un cambio de ciclo muy importante en sus vidas, feliz para las familias que terminan y esperanzador para las que comienzan, porque este día seguro que también llegará para ellos.
Tocar la campana no es aún el final de la lucha, que es la curación del paciente, pero sí es una meta muy importante que implica haber recorrido un duro camino. Un momento de esperanza y optimismo para el niño y para su familia, que les inunda de alegría, y sin duda repercute en su recuperación.
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