El caso de Joan, el niño cuatro años que ha tenido que ser entregado a la madre biológica tres años después de haber sido dado en preadopción a una pareja de Valencia, es la dramática historia del día. Una situación compleja en la que ambas partes tienen sus argumentos y razones.
Así como la madre biológica hizo pública una carta abierta para dar a conocer su versión, también lo hizo Alberto Bordes, el padre preadoptivo del niño, en su nombre y el de su mujer, en esta carta:
Carta abierta del padre preadoptivo
Adoptar en España
En cualquier tribu centro-africana tienen leyes más justas y las aplican mejor que en España.
Habiendo pasado muchos años esperando poder adoptar en China, nos dijeron desde Consellería de Bienestar de Valencia que podríamos abrir la puerta de la adopción nacional. Viendo los años que habían pasado, decidimos hacerlo y volver a pasar por todos los procesos de idoneidad hasta que nos consideraron aptos para nacional, que curiosamente no es lo mismo que ser apto para la adopción internacional. Pasado un tiempo nos llamaron para una propuesta de adopción de un niño de Oviedo. Aceptamos de inmediato y viajamos a Asturias para que nos realizaran una nueva valoración porque tampoco era suficiente la de los compañeros de Valencia... Ya somos tres veces idóneos.... A la semana nos llamaron desde Oviedo para decirnos que nos habían escogido a nosotros de entre otras tres familias que fueron allí para ser valoradas.
Todo el esfuerzo había valido la pena, porque Joan por fin llegó a nuestras vidas... Pasamos en Oviedo un proceso de adaptación que fue increíblemente rápido, gracias en gran parte al excelente trabajo de las profesionales que se encargaban del cuidado de nuestro hijo. Joan vino a Valencia cuando tenía sólo 18 meses y rápidamente se integró. Familia, amigos, colegio... entró en nuestras vidas para quedarse con nosotros para SIEMPRE.
"Cuando se junta una legislación absurda y kafkiana en materia de adopción el resultado es SUFRIMIENTO"
Al cabo del tiempo llegó el momento de renovar la documentación para la adopción internacional, pero renunciamos a ella, porque nuestro hijo ya estaba con nosotros... Nadie podía imaginar el infierno que nos deparaba el destino. Llegó el día de ratificar el proceso de adopción de Joan, cosa que hicimos tanto nosotros como la madre biológica de forma voluntaria. Pero pasados unos meses, y bajo la influencia de una familia desestructurada, que tuvo hasta nueve intervenciones de la administración por episodios de malos tratos y violencia física, impugnaron su consentimiento a la adopción, y el caso llegó al juzgado de 1ª instancia num 7 de Oviedo. Éste ratificó (como no podía ser de otra forma) que todo el proceso de adopción había sido correcto tanto en primera instancia como en la apelación.
Pero cuando el caso llegó a la Audiencia provincial de Oviedo, los "magistrados" basándose en el informe de un solo "Psicólogo" que realizó después de una única sesión, decidió echar por tierra todo el sistema de protección de menores y ordenó la entrega inmediata del niño a su familia biológica. Esta orden debía ejecutarla la jueza de 1ª instancia, que pudo oponerse y mantener su decisión inicial, ya que se había presentado recurso al Tribunal Supremo quien en última instancia tendrá que decidir sobre el futuro de Joan. El criterio de la Consejería de Oviedo, Fiscalía de menores, y nosotros que nos habíamos personado en la causa junto a su criterio inicial no fueron suficientes, y decidió ejecutar la orden de sus superiores basada en un solo informe. Nosotros como es lógico nos opusimos a esta decisión utilizando los procedimientos judiciales para estos casos, aludiendo un defecto de forma.
El viernes día 29-7-16 todavía estaba pendiente de resolverse la solicitud de nulidad de esta sentencia que nos obligaba a entregar a nuestro hijo, y nosotros que habíamos empezado nuestras vacaciones, decidimos marcharnos y aislarnos para pasar tranquilos con nuestro hijo el que podría ser nuestro último verano juntos, dado que NADIE nos había notificado nada y siendo viernes último día hábil pensamos que todo se aplazaba hasta septiembre. NUNCA hemos sustraído a ningún niño, como se afirmó en algún medio. Irse de vacaciones y apagar el móvil no es ningún delito.
"Joan entró en nuestras vidas para quedarse para siempre"
A la vuelta de vacaciones nos encontramos con que la Jueza ha ordenado que nos busque la policía, la jueza no acepta que se suspenda la ejecución de la entrega hasta que decida el Supremo, (aun existiendo una demanda de privación de la patria potestad de la madre biológica con testigos incluidos), El Tribunal Supremo parece tener demasiado trabajo para encargarse del bienestar de un menor, y la Consejería de Oviedo dice no tener medios para unirse a nuestra demanda al tribunal de Estrasburgo, para defender su postura y siendo su responsabilidad, ya que la tutela de Joan sigue siendo suya. Evidentemente alguien no ha hecho las cosas bien, pero no somos nosotros como familia adoptiva y mucho menos nuestro hijo que acaba de cumplir cuatro años, y cuando se junta una legislación absurda y kafkiana en materia de adopción, una administración pública que no está preparada y un poder judicial que se desentiende de aquello de lo que tanto alardean (LA PRIORIDAD ES EL BIENESTAR DEL MENOR), el resultado no puede ser otro.. SUFRIMIENTO