Si hay algo que sabemos los padres que hemos viajado en avión con nuestros hijos es lo siguiente: nunca sabemos con certeza qué pueda pasar. Puede ser una grata experiencia en la que nuestros hijos permanecieron tranquilos durante el viaje, o puede ocurrir la rabieta más grande jamás vista por la humanidad (quizás exagero un poco con esto último).
En el caso de que ocurra la segunda opción, a muchos padres nos pone nerviosos, ya que a diferencia de cuando viajamos en coche, no vamos solos ni podemos orillarnos para bajarnos y calmar al bebé. Cuando esto sucede, sentimos una reacción que es -desafortunadamente- bastante común: miradas desaprobatorias y comentarios negativos. De hecho, un estudio reciente encontró que la mitad de los pasajeros desean que las familias con niños pequeños se sienten lejos.
Así que en un mundo en el que se ha vuelto "normal" quejarse de otras personas o situaciones en redes sociales, ha sido recibida con mucho gusto la imagen de un auxiliar de vuelo, quien ayudó a calmar no solo a uno, sino a dos bebés durante un viaje en Chile.
La publicación fue hecha por una pasajera que viajaba durante dicho vuelo de Concepción a Santiago, y que compartió en la página de Facebook de la aerolínea SKY un par de imágenes del auxiliar de vuelo en cuestión, a quien podemos ver trabajar tranquilo mientras cargaba primero a un bebé y luego a otro.
Siempre vemos denuncias de malos tratos por parte de las aerolíneas, pero yo hoy quiero compartir una experiencia diferente, que me conmovió. En nuestro vuelo de Concepción a Santiago un miembro de la tripulación se solidarizó con una señora que llevaba un bebé que no paraba de llorar. Tomó al bebe en brazos y lo paseo hasta calmarlo. Luego repitió el gesto con otro pasajero. Fue genial! Así que yo quiero destacar a este empleado de sky airlines por su actitud y colaboración
No debería de sorprendernos la amabilidad de las personas
En algunos comentarios de la publicación y en otros artículos de Bebés y más donde hemos compartido situaciones similares, varias personas han hecho una observación con la que no podría estar más de acuerdo: que alguien sea amable no debería de sorprendernos. De hecho, esto debería ser más normal, o mejor dicho, lo normal.
Ojo: no se trata de hacer que todos soporten a nuestros hijos cuando están pasando por una rabieta ni de que alguien más se haga cargo de ellos. Nadie está obligado a presenciar o escuchar una rabieta, pero sí que podemos evitar hacer un mala cara y entender que los niños son solo eso, niños. Suficiente tienen los padres intentando calmar a sus hijos porque están asustados, confundidos o cansados, como para encima recibir miradas y comentarios negativos de personas que -se supone- ya saben cómo gestionar sus emociones.
Consideremos hacer lo que proponía una madre que viajaba sola: en lugar de solamente quejarnos, podemos actuar, tal y como lo hizo ella durante un vuelo, al levantarse de su asiento para ayudarle a otra madre que viajaba con sus tres hijos. Y si no queremos ayudar, lo mínimo que podemos hacer es no empeorar las cosas, pues los niños también son pasajeros, no "cosas que molestan".
Así que volviendo al motivo de este artículo, felicidades al auxiliar de vuelo por haber tenido un gesto amable al ir más allá de sus responsabilidades y ayudar a los padres de estos bebés. Por que como mencionan en uno de los comentarios: "Es cierto, no es su obligación cargarlos y calmarlos, pero él sabe que si los bebés están tranquilos, todos los pasajeros estarán tranquilos y el vuelo se desarrollará en armonía."
Vía | Facebook
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