Patricia Arquette ha sido la voz de muchas madres en el discurso que pronunció la noche del domingo en la gala de entrega de los Oscar. Al subir al escenario a recoger el merecidísimo premio por su papel de madre de dos niños en la película Boyhood, la actriz ha denunciado el "impuesto maternidad", la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, que aumenta aún más si la mujer tiene hijos.
Ha dicho: "A todas las mujeres que han dado a luz y pagan sus impuestos, ha llegado el momento de tener el mismo salario y los mismos derechos para las mujeres en Estados Unidos". (Aplausos).
Las madres, las más perjudicadas
Es lamentable pero es así. Las madres experimentan las brechas salariales más amplias. Según cifras del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, las mujeres sin hijos ganan 93 centavos por cada dólar que gana un hombre sin hijos, mientras que las madres con al menos un hijo menor de 18 años ganan 76 centavos por cada dólar que ganan sus pares masculinos.
Es una muestra, pero la desigualdad salarial no sólo se da en los Estados Unidos. Según un estudio realizado por el Grupo de Género y Desarrollo del Banco Mundial junto con el Estudio de Ingresos de Luxemburgo, basado en información de 20 países de "ingresos altos" y seis de "ingresos medios", la diferencia de ingresos entre géneros se incrementa en mujeres con niños menores de seis años.
En Latinoamérica, la brecha salarial es "especialmente grande" según el estudio. En Chile, por ejemplo, a mayor poder adquisitivo, mayor es la brecha salarial de género. Las mujeres chilenas ganan en promedio por hora un 19,4% menos que los hombres, cifra que se dispara a 32,6% en el estrato socioeconómico alto.
La brecha salarial de género en Europa
¿Y en Europa? Podemos encontrar datos muy interesantes en el Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015 de la Organización Internacional del trabajo (OIT) que analiza la situación de 38 países europeos.
Los salarios promedios de las mujeres son entre 4 y 36 por ciento inferiores a los de los hombres pero la brecha salarial aumenta en términos absolutos para las mujeres que ganan más. El 10% de las trabajadoras de la franja salarial más baja ganan 100 euros menos al mes que el 10% de hombres de la misma posición. Esa diferencia asciende hasta 700 euros al analizar los salarios del 10% de mujeres con salarios más altos.
El gráfico que veis arriba expresa la disparidad salarial en Europa. Hay dos partes: en azul la parte “explicada", es decir factores que pueden influir en la remuneración como el nivel de educación, por ejemplo, y en rojo la parte "inexplicada" que sugiere la existencia de una discriminación en el mercado laboral.
Si se suprimiese esta desventaja salarial “inexplicada", la brecha se invertiría en casi la mitad de los 38 países, y las mujeres ganarían más que los hombres según las características relacionadas con el trabajo.
En España, la situación no es diferente. En las administraciones públicas, por ejemplo, la brecha salarial se sitúa en un 14%, por encima de Alemania (7,7%) y los países nórdicos (8%).
Trabajo o maternidad, ¿por qué elegir?
Es vergonzoso que las mujeres se vean en el dilema de tener que elegir entre la maternidad y la carrera al convertirse en madres. O que deban soportar trabajos en inferiores condiciones por el hecho de tener hijos pequeños. Es inaceptable que una mujer cobre menos que un hombre por el mismo trabajo, así como que se crea que la única que debe conciliar es la madre. La responsabilidad del cuidado de los hijos debería ser más igualitaria.
Patricia Arquette ha denunciado la triste realidad del "impuesto maternidad". La discriminación salarial que viven las mujeres con hijos en todo el mundo, incluso en aquellos países que superficialmente parecen igualitarios, pero en los que todavía hay mucho camino por recorrer para que la maternidad no sea visto como un problema en el mercado laboral. Tanto en el supermercado de la esquina, como en Hollywood.
Vía | BBC
Fotos | Thinkstock
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