Es habitual que, a la hora de afrontar una entrevista de trabajo, nos asalten dudas de todo tipo: qué no decir en la entrevista, cómo ir vestido, qué preguntas hacer, cómo responder (sobre todo, cómo hacerlo ante preguntas 'trampa')... e incluso, nos preguntamos qué habilidades valoran más los entrevistadores.
En esta ocasión, hablamos de una de las habilidades más valoradas, que a veces parece quedar en la sombra, pero que suma muchos puntos (y que además, todos podemos tener). Una habilidad que no solo te permitirá demostrar autoconfianza, sino también, interés en la empresa, destacando así tu valor añadido.
Pero recuerda que no solamente importa que tengamos la habilidad, sino también, y sobre todo, que sepamos demostrárselo a nuestro entrevistador. Descubre de qué habilidad hablamos y cómo actuar para que se note que la dominas.
Esta habilidad te hará ganar muchos puntos en la entrevista
Hablamos de la habilidad de la proactividad. La proactividad es una actitud mental y comportamental en la que una persona toma la iniciativa y asume la responsabilidad de su vida y sus acciones.
A nivel genérico, se refiere a la capacidad de anticiparse a los problemas, identificar oportunidades y tomar medidas proactivas para alcanzar metas y resolver desafíos, en lugar de simplemente reaccionar ante las circunstancias o esperar a que otros tomen la iniciativa.
En el terreno laboral, la proactividad es clave, porque, para conseguir un trabajo, no solo sirve inscribirse en la oferta. Resulta esencial ser proactivo y mostrar interés e iniciativa. Y esto puede traducirse como una energía positiva y una actitud abierta, hacer preguntas, estar atento, demostrar interés, querer aprender, proponer ideas... Pero, ¿cómo más la demostramos en un proceso de selección?
Cinco formas de demostrar proactividad en la entrevista y ganarte al técnico de selección
¿Cómo le hacemos saber al profesional que nos entrevista que realmente somos proactivos? Estas acciones te ayudarán a demostrar proactividad durante la entrevista:
1) Investiga sobre la empresa
Antes de la entrevista, investiga a fondo la empresa (industria, sector, competencia...). Comprende su misión, visión, valores, productos o servicios, cuál es su target y cómo trabajan. Durante la entrevista, utiliza esta información para hacer preguntas inteligentes y mostrar tu interés genuino en la empresa y su éxito. Esto les gusta p
2) Piensa en ejemplos donde hayas demostrado iniciativa
Prepárate para compartir ejemplos específicos de situaciones (tanto dentro como fuera del trabajo) en las que hayas tomado la iniciativa. Por ejemplo, a la hora de resolver un problema o de impulsar una nueva idea. Describe claramente el problema que enfrentabas, las acciones que tomaste de manera proactiva y los resultados positivos que lograste.
3) Demuestra curiosidad y una actitud abierta
También durante la entrevista, no te limites a responder sobre lo que te pregunten. Muestra entusiasmo, motivación y curiosidad realizando preguntas al entrevistador (te ayudará haber buscado información sobre la empresa, para tener pensadas preguntas interesantes y originales). Hacer esto es demostrar una actitud abierta y receptiva hacia el proceso de entrevista.
4) Piensa en qué podrías aportar a la empresa
Durante la entrevista, ofrece ideas o sugerencias sobre cómo podrías aportar de manera proactiva al equipo y a la empresa; sé claro y específico, con ejemplos concretos (aléjate de los tópicos). Por ejemplo, identificando X oportunidades de mejora, proponiendo soluciones nuevas o compartiendo ideas para nuevos proyectos o iniciativas.
5) Habla sobre tu desarrollo profesional
Demuestra tu compromiso con el crecimiento y el aprendizaje continuo al hablar sobre las acciones concretas que has tomado para mejorar tus habilidades y conocimientos. Por ejemplo, formándote sobre X temas, reciclándote, participando en X proyectos, haciendo voluntariados, etc.
La proactividad antes y después de la entrevista
Recuerda que la proactividad la puedes demostrar también antes y después de la entrevista de trabajo. ¿Cómo? Antes; llamando por teléfono a la empresa, contactando por redes sociales, conectando con la gente del sector que te interese vía Linkedin, ajustando el currículum a cada oferta...
Y después de la entrevista, enviando un mail a la persona que te ha entrevistado agradeciéndole su tiempo y la oportunidad de formar parte del proceso de selección, y también reiterando tu interés en la posición (sin resultar demasiado invasivo o pareciendo muy pelota).
También puedes aprovechar este mail para compartir cualquier información adicional relevante, algo que se te haya olvidado comentar en la entrevista, o para plantear preguntas adicionales sobre el proceso de selección.
E incluso después, y aunque esto lo hace poca gente, en caso de no ser seleccionado, puedes pedir el feedback (aunque esto no te dé el trabajo, te puede ayudar a enfocar mejor las próximas entrevistas). ¡Ánimo!
Foto | Portada (Película El diablo viste de Prada, 2006)