Cuando estamos resfriados, solo podemos pensar en tumbarnos, taparnos con una manta y tomarnos algo calentito. Aunque algunos piensen que este último es un gesto que solo nos ayuda a entrar en calor, en realidad se trata de una de las recomendaciones más comunes que hacen los médicos, ya que se combate la enfermedad a través de varias vías.
La primera, a través de la hidratación, algo que debemos vigilar constantemente, especialmente cuando tenemos fiebre, ya que en ese estado perdemos líquidos de forma más rápida. La segunda, porque las bebidas calientes ayudan a reducir la inflamación de la garganta (de ahí la sensación de bienestar que nos produce), y la tercera, porque, si elegimos la infusión adecuada, algunos de sus ingredientes nos ayudar a combatir la enfermedad de una forma más efectiva.
La más efectiva que he probado es la infusión de romero y miel, que es mano de santo para aliviar la congestión, desinflamar la garganta y recuperarme más rápidamente gracias a las propiedades que tiene esta hierba.
Beneficios del romero
El romero es una hierba aromática de origen mediterráneo muy apreciada por sus propiedades culinarias, pero también medicinales.
En su composición se destaca un alto contenido en potasio, calcio, antioxidantes y carnosol, un potente antimicrobiano (aunque este está presente principalmente en su flor). También contiene flavonoides, ácidos fenólicos y aceites esenciales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a reducir la inflamación de las vías respiratorias y a expectorar la mucosidad que se suele acumular en esta zona.
La infusión de las hojas se recomienda para aliviar el resfriado, pero también para facilitar las digestiones pesadas, evitar las flatulencias y trastornos del aparato digestivo como gastroenteritis.
Como el romero también contiene ácido ursólico y rosmarínico, también es muy recomendable como hepatoprotector para quienes tengan el hígado graso o para prevenir piedras en la vesícula.
La receta de la infusión de romero y miel
Ingredientes
- 1 limón pelado
- 1 cm de jengibre
- 1 cucharada sopera de miel de romero
- 180 g de agua mineral
- 1 ramita de romero fresco
Preparación
- Triturar el limón y el jengibre pelados, colar el zumo con un colador de malla fina y reservar.
- Calentar el agua y la miel y retirar justo antes de que empiece a hervir.
- Poner dentro de una taza la ramita de romero lavada y dejar infusionar durante 5 minutos.
- Retirar la ramita, añadir una cucharada del zumo de limón y jengibre y tomar la infusión inmediatamente.
Aunque esta infusión es muy efectiva para aliviar el resfriado, personalmente recomiendo tomarla durante todo el invierno de forma preventiva, ya que una buena dosis de antioxidantes nunca viene mal, especialmente cuando hay tantos virus rondando el ambiente.
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