En el mes de abril la política migratoria de la administración Trump anunciaba la puesta en marcha de una medida de tolerancia cero para quienes intenten ingresar de forma ilegal al país. Al ser detenidos sus padres, si han llegado acompañados de un hijo, los niños son separados forzosamente de ellos por la guardia fronteriza entre México y Estados Unidos y pasan a depender de Servicios Sociales.
La grabación que os dejamos a continuación (os advertimos que es muy dura) ha sido obtenida por ProPublica, una organización no gubernamental, en el interior de una instalación de la Patrulla Fronteriza. En ella podemos escuchar el angustioso llanto de los niños separados de sus padres por la política de Trump.
En el audio, grabado la semana pasada, podemos oír las voces de unos diez niños centroamericanos de entre cuatro y diez años que fueron separados de sus padres en la frontera por las autoridades de inmigración. Entre llantos desconsolados gritan "Quiero ir con mi papá", "No quiero que me separen de mi mami", y lo que más enfurece es el cinismo de un agente de la Patrulla Fronteriza que por encima del llanto de los niños, bromea: "Bueno, aquí tenemos una orquesta".
En un momento dado se puede escuchar a una niña salvadoreña de seis años separada de su madre que pide ir con su tía, por lo menos. Ha memorizado su número de teléfono y pide que la llamen.
ProPública marcó el número de la tía de la niña y habló con ella: "Fue el momento más difícil de mi vida", dijo. "Imagínese recibir una llamada de su sobrina de seis años. Está llorando y me ruega que vaya a buscarla. Le dijo: ‘Prometo que me comportaré, pero por favor sácame de aquí. Estoy completamente sola’".
Lo más triste es que no hay mucho que la tía pueda hacer por la niña, ya que ella y su hija de nueve años buscan asilo en los Estados Unidos después de emigrar hace dos años siguiendo la misma ruta que su hermana y su sobrina.
Niños enjaulados
En las últimas semanas unos 2300 niños han sido separados a la fuerza de sus padres y permanecen en grandes jaulas en los centros de internamiento. Mientras sus padres son detenidos a la espera de juicio, los niños se encuentran inicialmente en almacenes, tiendas de campaña o grandes almacenes que se han convertido en centros de detención de la Patrulla Fronteriza.
No entiendo de políticas migratorias, pero sí puedo ver claramente la falta de humanidad al observar imágenes de niños enjaulados y escuchar el llanto desgarrado de los menores que son separados a la fuerza de sus padres. ¿En qué mundo estamos?
Foto | AFP