Liberar a las ciudades de los coches, reducir su contaminación y hacerlas más cómodas para los ciclistas es la tendencia a la que se quiere sumar París. Aunque aún dista mucho de parecerse a Ámsterdam o Copenhague, la ciudad ha ideado su propio Bike Plan, un programa con el que quiere llegar al 2026 con una infraestructura pensada por y para los ciclistas, incluyendo carriles, aparcamientos y estrategias de seguridad.
Obviamente la infraestructura tiene todo que ver con esta iniciativa. Además de que, salvo algunas zonas París en su mayoría es una ciudad plana, posee más de 1.000 kilómetros de carriles bici en París y casi 6.000 kilómetros en la región Île-de-France, según la Oficina de Turismo de París, un organismo que además impulsa el uso de la bicicleta a tanto a residentes como turistas a través de sus itinerarios que recoge en su catálogo "Paris à vélo, le bon plan".
Carriles bici, aparcamientos y facilidades para los ciclistas. Prohibiciones para los "cochistas"
El plan contempla construir 750 kilómetros más en toda Île-de-France (360 de ellos en París), avances que por cierto se actualizan constantemente en la página oficial de la ciudad. No solo se realizan las obras, sino que se informa a la población, una iniciativa que además de generar confianza sobre los responsables de las obras, sensibiliza a la ciudadanía sobre el esfuerzo y los beneficios que suponen.
A nivel regional, la red contempla adaptar las rutas de transporte público a una versión ciclista, con 11 líneas previstas entre 2025 y 2030 que conecten la capital con los demás municipios. Vías seguras y continuas que ofrezcan todas las garantías a quienes la utilizan, y que prometen convertirse en la mayor red de carriles bici del mundo.
Teniendo en cuenta que en cuestión de movilidad la oferta empuja a la demanda, es necesario que a nivel de infraestructura otros frentes estén cubiertos. Por eso está previsto que París tenga 100.000 nuevos lugares de estacionamiento para bicicletas, de los cuales 40.000 estarían cerca de estaciones de tren y metro, sitios que están constantemente vigilados y que de cierta forma busca paliar el robo de las bicicletas.
Como contraparte, quiere prohibir el uso de motos y de los automóviles más contaminantes, mientras impulsa el de vehículos eléctricos. Actualmente ya prohíbe circular en la zonas conocidas como ZBE (la más céntrica), a todos los coches diésel anteriores al 2006 entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde.
La bicicleta está ganando terreno al coche, tanto en París como en la periferia
Aunque París siempre ha sido un sitio relativamente amigable para quienes usan este tipo de transporte, el uso de bicicletas se ha disparado desde la pandemia, llegando a superar en número a los coches. Según recoge el diario Le Monde, "durante las horas punta, las bicicletas superan en número a los coches en determinadas vías representativas de la capital. En la avenida de Flandre, el bulevar Voltaire y el bulevar Magenta, la media nunca supera los 384 vehículos motorizados por hora en la parte central de la vía, frente a las 537 bicicletas en los carriles bici en septiembre y octubre".
Pero esta tendencia no solo se observa en las zonas céntricas de la ciudad y es algo que revela una encuesta única realizada por el Instituto de la Región Parisina llamada “Encuesta de movilidad GPS” (EMG), que se llevó a cabo entre octubre de 2022 y abril de 2023 entre 3.337 residentes de Île-de-France, de entre 16 y 80 años, que aceptaron equiparse con un rastreador GPS.
El estudio encontró que el 11,2% de los desplazamientos se realizan actualmente en bicicleta, frente a sólo el 4,3% en coche (en 2010, según un estudio del Instituto de la Región Parisina, la bicicleta representaba sólo el 3% de los desplazamientos en París). Una proporción que se repite también entre la ciudad y su periferia interior, gracias a los numerosos carriles bici que conectan la capital con los municipios adyacentes: un 18,9% de los desplazamientos en bicicleta, frente al 6,6% en coche.
A esto contribuye también la amplia red de alquiler de bicicletas que componen las 12 empresas existentes tan solo en París, empezando por Velib'Paris (pública), que ofrecen tickets de un solo uso, de 24 horas, de 3 días o suscripciones pensadas para residentes, cuyos trayectos comparativamente son más económicos, pero tienen un compromiso de permanencia de 12 meses.
Sin embargo, caminar y utilizar el transporte público siguen estando en lo más alto del podio: el 53,5% de los viajes para el primero, frente al 30% para el segundo. Unos números que muestran claramente el camino hacia donde se dirigen los planes de movilidad urbana, al menos en algunas ciudades de Europa.