Hay personas muy sociables que necesitan interactuar con gente, a las que les gusta y a quien además, se les suele dar bien hacerlo; son los extrovertidos. Y otras personas más reservadas, que disfrutan más con actividades tranquilas y/o solitarias; son los introvertidos.
Y luego está un tercer grupo de personas que pueden combinar ambas características (introversión y extroversión) en función del momento y de la situación social. Son los ambivertidos, aquellos con la flexibilidad para ser enérgicos y extrovertidos cuando es necesario, pero también reservados e introvertidos cuando lo prefieren.
Ronald Riggio, profesor de Liderazgo y Psicología Organizacional del Claremont McKenna College, en California, citado en la BBC, describe a los ambivertidos como personas que "no son demasiado habladoras ni demasiado centradas en sí mismas". Esto les ayuda a crear relaciones y a triunfar en ámbitos que requieren habilidades sociales dinámicas y cambiantes. ¿Eres tú uno de ellos? Conoce tres de sus comportamientos.
Así son los ambivertidos y así les beneficia
Según Barry Smith, profesor emérito de la Universidad de Maryland y director de los Laboratorios de Psicofisiología Humana, citado en Medium, "los ambivertidos constituyen el 68% de la población".
En cuanto a su origen, fue el psicólogo estadounidense Edmund S. Conklin el primero en usar el término "ambivertido", cuenta Ian Davidson, profesor de Psicología de la Universidad de York, Canadá, en un artículo de 2017 también citado en la BBC.
Davidson detalla que un psicólogo de la época decía que Conklin "inventó la palabra" para describir a aquellos que se ubican entre los introvertidos (que viven en su cabeza) y los extrovertidos (que viven fuera de ella).
Así, los ambivertidos tienen la capacidad única de combinar elementos de ambas palabras. Son personas que pueden ser extrovertidas en determinadas situaciones, aprovechando su energía social y habilidades comunicativas, pero que también puede retirarse a la introversión cuando buscan momentos de reflexión y recarga.
Un estudio reciente de la Universidad de Stanford revela que los ambivertidos tienen una ventaja en la adaptabilidad social, ya que pueden fluir entre distintos entornos sociales sin experimentar el agotamiento asociado a los extremos de la introversión o extroversión. Y esto les ayuda a tener un mayor éxito social (ahora verás por qué).
1) Se adaptan a las situaciones
Como decíamos, la fortaleza clave de las personas ambivertidas es su capacidad para adaptarse a diferentes situaciones sociales y entornos cambiantes.
Por ejemplo, pueden ser extrovertidos cuando es necesario para liderar un grupo o presentar una idea, pero también pueden retirarse cuando necesitan tiempo a solas para recargar energías y reflexionar si lo necesitan. Esta flexibilidad les permite fluir de forma efectiva por una variedad de contextos sociales y profesionales.
2) Son flexibles a la hora de comunicarse
La adaptabilidad también la demuestran en la comunicación. Así, al ser capaces de adaptarse tanto a entornos sociales extrovertidos como introvertidos, las personas ambivertidas pueden comunicarse de manera efectiva con una amplia gama de personas.
Pueden ser el alma de la fiesta en eventos sociales animados, pero también pueden participar en conversaciones más íntimas y profundas en situaciones más tranquilas. Y lo hacen adaptando su lenguaje verbal y no verbal a cada situación.
3) Conectan con más gente
Por otro lado, esta adaptabilidad de los ambivertidos les permite conectar con más gente que los introvertidos, o incluso que los extrovertidos. Esto es así porque no solo se adaptan al ambiente, sino también a las personas.
Por ejemplo, si hablan con alguien que es más tímido, se adaptan a su ritmo e intensidad, siendo también más tranquilos; pero si hablan con alguien más extrovertido, se abren más. Esta "mimetización" camaleónica con el otro facilita que conecten más fácilmente con él. Porque imagínate que eres tímido; ¿verdad que te abrumaría un poco alguien muy y muy extrovertido?
Y al revés, quizás si eres extrovertido, te canse hablar con alguien tímido al que tengas que estar "arrancándole" todo el tiempo las palabras. Por eso esta habilidad beneficia a los ambivertidos.
La "cara B" de ser ambivertido
Aunque ser ambivertido tiene sus ventajas, y las hemos visto, también tiene ciertos inconvenientes en algunos casos. Por ejemplo que, debido a la adaptabilidad de estas personas, puede resultarles complicado determinar qué podrían necesitar o desear a cada momento.
Así, a veces hacen planes mientras se sienten extrovertidos, pero cuando llega el gran día, su introvertido interior "asoma la cabeza" y lo dificulta todo. Las personas ambivertidas viven esto con frecuencia porque sus estados de ánimo y deseos pueden cambiar en cualquier momento.
Por lo que, poder mantener este equilibrio del que hablábamos al principio es clave, y para ello es importante ser consciente de las propias emociones y actuar de acuerdo con los intereses reales en cada momento. Conectar con todo esto es esencial.
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