Ni jugar con otros niños ni tertulias de padres: en nuestras manos está la salud de todos

Por primera vez en seis semanas, los niños españoles pudieron salir ayer a la calle a jugar, airearse y pasear. Era un momento muy esperado por todos, pues el confinamiento empezaba a pesar y había muchos niños que realmente necesitaban ese respiro.

Tras días de intenso debate social y mucha polémica ante la medida, la mirada de todos estaba puesta en las familias y en el buen hacer de los adultos responsables de los menores autorizados a salir. Y aunque en líneas generales se actuó con responsabilidad y acatando las medidas dictadas por el Gobierno, lamentablemente también se vieron imágenes indignantes que, de repetirse, podrían acabar pasándonos factura, según ha advertido el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad Fernando Simón.

Por favor, seamos responsables: las salidas de los niños no deben convertirse en tertulias de padres ni corrillos para jugar al fútbol. En nuestras manos está actuar con sentido común, por el bien de todos.

Un día muy esperado por los niños

¡Por fin había llegado el día! Muchos niños se levantaron de la cama de un salto, deseando volver a pisar la calle tras más de 40 días confinados en casa.

Las normas debían estar claras: no se podía jugar con otros niños, ni compartir juguetes y había que mantener la distancia social de 1,5-2 metros. Además, las familias no podían salir a pasear juntas (solo un adulto por cada tres niños), ni alejarse más de un kilómetro de sus domicilios, y el paseo no debía superar la hora de duración.

A medida mañana las redes sociales estaban inundadas de fotografías maravillosas de niños corriendo por el campo, montando en sus bicicletas en calles aparentemente solitarias, y de padres o madres siendo testigos de excepción de estos momentos únicos.

Pero al tiempo que mi emoción y alegría crecían al contemplar estas ansiadas escenas, también lo hacía mi indignación. Y es que por desgracia, la jornada de ayer también tuvo otra cara: la de la irresponsabilidad y falta de respeto por parte de algunos adultos.

Lamentablemente (y esto es lo que más me duele como madre) la irresponsabilidad de algunos padres ha engullido al buen hacer de muchos otros, y las críticas a las familias y futurólogos con sus "si ya sabía yo que esto iba a pasar", no han tardado en aparecer.

¿Por qué se vieron imágenes tan lamentables?

Vimos estas imágenes en todos los informativos: avenidas plagadas de gente sin posibilidad de guardar la distancia social, grupos numerosos de niños jugando al fútbol en los parques, corrillos de adultos charlando animadamente como si de un domingo cualquiera se tratase, y padres y madres juntos acompañando a sus hijos.

En un abrir y cerrar de ojos muchos parecían haber olvidado el titánico sacrificio de los sanitarios, el drama de más de 23.000 familias españolas y el esfuerzo de todos (especialmente de los más pequeños) durante el confinamiento.

Y todo ello me llevó a preguntarme qué había pasado para que algunos decidieran actuar así:

  • ¿Fue quizá la emoción del momento lo que hizo olvidar a los adultos las normas de seguridad?
  • Ante la falta de responsabilidad, ¿debería haber existido un mayor control policial?
  • ¿O quizá el problema ha radicado en unas normas poco claras o en la falta de unos parámetros que evitaran las aglomeraciones en las calles? (por ejemplo, división por franjas horarias y apellidos, numeración de los portales...)

Fuera lo que fuera creo que es momento de reflexionar y rectificar aquello que no se hizo bien; porque es nuestra obligación como ciudadanos responsables, y porque tenemos que dar ejemplo a nuestros niños, que no se merecen estar en el punto de mira por la bochornosa actuación de unos cuantos adultos.

El debate en redes sociales

Y mientras plasmo aquí mi reflexión sobre lo ocurrido durante la jornada de ayer, en redes sociales se sucede el debate entre los que piensan que se pueden (y deben) hacer mejor las cosas, y los que afortunadamente cumplieron a rajatabla las medidas de seguridad, dando ejemplo a sus hijos y actuando con responsabilidad por el bien común.

No está de más recordar que esta medida está pensada para los niños, no para el disfrute de los adultos. Ellos tienen las normas muy claras y nos dan grandes lecciones. ¡No les defraudemos!

Foto | Pixabay

En Magnet | ¿Qué calles son lo suficientemente anchas como para pasear distanciados? Este mapa lo ilustra

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