Hace algo así como seis meses que el Gobierno español eliminó la ayuda de 2.500 euros para las mamás de todo hijo nacido en el estado español, más conocida como cheque-bebé.
Al eliminarse dicha ayuda las cosas quedaron exactamente igual a como estaban antes de su instauración: percibiendo los padres las ayudas que su autonomía les daba. En Catalunya, por ejemplo, se ha venido percibiendo hasta la fecha una ayuda de 638 euros anuales por hijo entre 0 y 3 años.
Ahora, como era lógico y muchos padres nos olíamos, la Generalitat ha decidido eliminar la universalidad de dicha ayuda (ya no será para todos), otorgándola en función de la renta y de otros criterios de vulnerabilidad.
La medida entrará en vigor en julio y no tendrá efectos retroactivos, lo que en mi caso es una buena noticia porque significa que este diciembre volveremos a cobrar la ayuda.
Según han explicado desde la Consellería de Bienestar Social la medida forma parte de una reducción del presupuesto general de un 5,9%. En números y centrándonos en este concepto la partida que se destinará pasará de 192 millones de euros a 34, lo que supone una reducción del 82%.
No se han especificado los criterios ni la renta mínima, pero no me hace falta ser Sherlock Holmes para saber que si tengo un tercer hijo no me van a dar la ayuda (ni las gracias siquiera).
Suma y sigue. Dentro de dos o tres años sólo tendrán hijos aquellas familias en las que trabajen ambos padres y el trabajo además sea más o menos estable, o sea, casi nadie. Miedo me da ver qué mundo nos depara.
Por cierto, quiero añadir que es anecdótico que hace unos días Artur Mas subiera los sueldos de 7 cargos de confianza de las delegaciones territoriales en 12.000 euros para cada uno. No es que sea mucho dinero, es el hecho.
Vía | El Periódico
Foto | Ishane
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