Uno de los grandes desafíos a los que nos enfrentamos los padres de hoy en día es la gestión del uso de las nuevas tecnologías por parte de nuestros hijos. Teniendo en cuenta que a los 12 años tres de cuatro niños tienen móvil y a los 14 nueve de diez, y que pasan horas frente a las pantallas, su uso se vuelve muchas veces motivo de conflictos.
Pero una historia realmente de locos es la que os venimos a contar. La de Jodie May, una madre de Grandville, Michigan (Estados Unidos), quien castigó a su hija de 15 años quitándole el móvil, algo que posiblemente hacen millones de padres en todo el mundo, pero con una consecuencia que desde luego no se esperaba: acabó detenida por robo.
Denunciada por su exmarido
La madre decidió quitarle el móvil a su hija adolescente como medida disciplinaria y para evitar que se metiera en problemas en el instituto, según explica Jodie. Pero sorpresivamente, días después, mientras amamantaba a su bebé, la policía llamó a su puerta para llevársela detenida. Permaneció detenida unas horas hasta que fue liberada bajo una fianza de 200 dólares.
Al parecer, el "robo" fue denunciado por el ex marido de May, quien declaró haberle dado el teléfono a su hija como regalo de Navidad y ser el dueño del dispositivo. Jodie se enfrentaba a un cargo menor de robo, punible con hasta 93 días de cárcel.
¿Cómo acaba la historia? Con final feliz, afortunadamente, pero un caso absurdo que no debería haber llegado a tal punto. La mujer fue llevada a declarar ante el juez, explicó lo sucedido y pudieron demostrar que May era la propietaria del móvil, y no el padre.
Además, al darse cuenta el fiscal de que la parte demandada era la madre de la niña "el caso cambia significativamente" y pidió "que se desestimen los cargos".
"Te quito el móvil"
Los móviles se han convertido en una herramienta de castigo para nuestros hijos. Sabemos que es lo que más les afecta y rápidamente recurrimos al "te quito el móvil". Lo hacemos todos, pero no es un castigo eficaz, ya que no los educa en su uso, simplemente lo restringimos por un tiempo. Variará en cada caso, pero a lo sumo pasarán dos o tres días y volveremos a dárselo. Y aquello por lo que se lo hemos quitamos, llámese exceso de tiempo o mal uso, seguirá estando.
Para anticiparnos a esto, lo que deberíamos hacer es pensárnoslo muy bien antes de regalarles su primer móvil, asegurándonos que son suficientemente maduros como para gestionarlo, guiarlos en el buen uso de las redes sociales desde el minuto cero, usar un control parental si lo consideramos, poner pautas de uso, como por ejemplo, nada de móvil en la mesa o la hora de irse a la cama, y muy importante: educar con el ejemplo. Si nosotros estamos pegados a la pantalla todo el día, ellos también lo harán.
Vía | ABC News