Los móviles han traído innumerables ventajas para nuestra vida: desde permitirnos tener mayores y mejores formas de conexión con otras personas, hasta facilitar nuestras rutinas para organizarnos mejor y ser más productivos.
Sin embargo, todas esas ventajas tienen su contraparte negativa: nos hemos hecho demasiado dependientes del teléfono móvil. Son tantas las ventajas y facilidades que nos proporcionan, que hoy en día es casi impensable vivir sin él. Pero como bien sabemos, todo en exceso es malo.
Desconectar del móvil es una práctica muy saludable, tanto para reducir el uso de pantallas y la exposición a la luz azul, como para liberarnos de esa dependencia poco sana, como que nos dé ansiedad quedarnos sin batería u olvidarnos el móvil en algún sitio. A veces no es fácil hacerlo, pero hay ciertas cosas que podemos intentar para lograrlo.
Te comparto cinco hábitos para desintoxicarte del móvil, que me han ayudado ha reducir el uso de pantallas de cinco a dos horas diarias. Uno de ellos, utilizar el "modo avión".
1) Usa el modo avión
Si quieres empezar con un cambio drástico, un hábito para hacer detox total del móvil es ponerlo en modo avión. Los expertos recomiendan hacerlo especialmente los fines de semana, para lograr una desconexión total que nos permita descansar sin ser interrumpidos.
Claro, esta opción no es viable para todos, especialmente si tienes un trabajo que necesita que estés localizable, o si tienes hijos o algún familiar del que debas estar pendiente.
Como en mi caso es así, la alternativa que uso es filtrar las notificaciones y aprovecharme de las opciones de enfoque que vienen incluidas en mi móvil, personalizándolas creando modos de Sueño, Trabajo y No molestar. Éstas me ayudan a silenciar notificaciones y bloquear ciertas aplicaciones, pero las personas pueden seguir contactándome por llamada si es necesario.
2) Establece horarios de uso del móvil
Para evitar caer en la tentación de revisar continuamente tus mensajes, correos electrónicos y redes sociales (razones por las que solemos usar demasiado el móvil), es recomendable establecer momentos específicos al día para hacerlo, con horarios, así como un límite de tiempo.
Si hacer esto no te funciona porque por trabajo o razones personales necesitas estar revisándolo con mayor frecuencia, puedes probarlo a la inversa: define momentos puntuales del día en los que no utilizarás el móvil. Puede ser durante las comidas, antes de dormir y al despertar.
3) Usa alternativas analógicas
Es cierto, nuestro móvil nos permite hacer casi todo. Pero esto no significa que deba ser así. Piensa en las tareas o actividades que haces a través de él y revisa si no hay una alternativa analógica que puedas usar en su lugar para reducir el tiempo de uso. En lugar del calendario del móvil usa uno de pared, cambia la aplicación de notas por un cuaderno de papel, elimina las apps de juegos y opta mejor por un juego de mesa, etc...
Por ejemplo, por trabajo debo usar un par de aplicaciones para la gestión de tareas, pero no dejo de utilizar mi agenda física para ello (así como para anotar fechas importantes y organizar mi vida en general). Reviso cada cierto tiempo los pendientes en las aplicaciones y luego los anoto todos en mi agenda de papel para tenerlos a la mano mientras voy cumpliéndolos.
De este modo, no tengo que estar revisando el móvil constantemente para registrar mi progreso ni recordar qué es lo que tengo por hacer.
4) Realiza actividades sin pantallas
Hay diversas cosas por hacer fuera de la pantalla y muchas de ellas son actividades que además pueden aportarte beneficios que el móvil no te da. Dentro de tu día, haz lo posible por incluir actividades libres de pantallas. Al tener algo planificado por hacer, es más fácil no caer en la tentación de revisar el móvil.
Algunas ideas de actividades sin pantallas son leer un libro, salir a caminar, practicar algún ejercicio, pintar o meditar. Lo que yo he elegido hacer es prohibirme usar el móvil en la cama y mejor leer un libro antes de dormir. Me ha ayudado a leer más y ha mejorado la calidad de mi descanso.
5) Designa zonas de 'no uso'
Otro hábito que podemos establecer para reducir el uso del móvil es definir áreas de la casa como 'zonas libres de tecnología'. La idea es que sea una medida estricta y que respetemos siempre, estableciendo áreas en las que el uso de dispositivos móviles quedará prohibido, como el comedor, el dormitorio o un rincón zen en el que puedas desconectar.
Si realmente esperamos lograr una desintoxicación del móvil es un hábito que sin duda debemos adoptar. Pero si te parece exagerado, puedes hacer una combinación con los horarios que comentábamos previamente.
Por ejemplo: puedes usar el móvil en el dormitorio durante el día, pero cuando se acerque la hora de dormir debes colocarlo en otra habitación, donde permanecerá toda la noche.
Foto de portada | Sam Lion en Pexels