Cuando salimos a la calle o vamos al supermercado, nos encontramos con personas que llevan mascarillas y otras que no lo llevan. En cuanto a los niños, cuanto más pequeños son, menos las usan.
Pero desde mañana 21 de mayo esta libre elección se va a terminar. El Gobierno de España ha publicado una Orden Ministerial en el BOE que establece la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios públicos para todos los mayores de seis años. Para los niños menores no es obligatorio, pero sí recomendable en niños a partir de tres años. Antes de esa edad no está indicado por el riesgo de asfixia.
Una medida de precaución, con algunas excepciones
Desde este jueves, 21 de mayo, es obligatorio llevar una mascarilla quirúrgica o higiénica, que cubra boca, nariz y barbilla, compuesta de una o varias capas de material textil, en cualquier espacio público, si no se puede garantizar la distancia de seguridad de dos metros. Esto incluye la vía pública, espacios al aire libre y cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público.
📄Hoy, el @boegob publica la Orden que regula las condiciones para el uso obligatorio de la mascarilla por parte de la población. Entrará en vigor mañana. https://t.co/DInz17Jo1T#EsteVirusLoParamosUnidos pic.twitter.com/h94PqPZuk6
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) May 20, 2020
La decisión del Gobierno de extender la obligatoriedad de la mascarilla a todos los espacios públicos, y no sólo al transporte público como hasta ahora, llega tras la petición de las comunidades autónomas "por los riegos que entraña ahora la desescalada". Así anunciaba la posibilidad de extender la obligatoriedad el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la rueda de prensa del pasado domingo 17 de mayo como medida "de precaución".
Solo quedan exentas de usarlas aquellas personas que:
Presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de mascarilla.
El uso de mascarilla resulte contraindicado por motivos de salud debidamente justificados, o que por su situación de discapacidad o dependencia presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.
Realicen actividades en las que resulte incompatible el uso de la mascarilla, como la ingesta de alimentos y bebidas.
En cuanto a las sanciones a las que se enfrentan las personas que no cumplan con la orden gubernamental, el Gobierno no ha dado detalles, aunque sí se sabe que no llevar mascarilla en el transporte público implica una multa entre los 601 y los 30.000 euros.
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