El 6 de mayo llegaba al mundo el primer hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry, el bebé más esperado del Reino Unido. El parto estuvo rodeado de secretismo, y lo sigue estando, ya que no se ha comunicado oficialmente dónde se ha producido, ni cómo ha sido.
Hoy, dos días después del nacimiento, los Duques de Sussex presentaron a su bebé a los medios en el Palacio de Windsor, donde posaron los tres para la ansiada primera foto oficial como familia.
Meghan and Harry's #royalbaby makes his first appearance! "I have the two best guys in the world, so I'm really happy," says the Duchess of Sussex https://t.co/Qlt4LS1PgR pic.twitter.com/WaByMftOFS
— CNN (@CNN) 8 de mayo de 2019
La barriga postparto de Meghan
Lo primero que llama la atención nada más aparecer es que, a diferencia de otras presentaciones de bebés reales (algo que seguramente ha sido planeado), es que en esta ocasión el bebé está en brazos del padre, y no de la madre. El bebé lleva un gorro y está arropado con una manta, por lo que apenas se le puede ver la carita.
Pero más allá del bebé, y como era de esperar, todos los medios empiezan a hablar sobre Meghan, la imagen del postparto que transmite, y la inevitable comparación con su cuñada Kate Middleton.
Como sabéis, cuando nació Louis, el tercer hijo de la Duquesa de Cambridge, se la criticó por posar solo siete horas después de dar a luz, pretendiendo dar una imagen de aparente perfección que para muchos escondía la realidad del postparto.
Kate no ocultó su barriga y en eso su cuñada Meghan ha querido seguir sus pasos, quien quiso dar una imagen lo más natural posible en su primera aparición después del parto. Eso sí, aparece maquillada y con tacones, algo de lo que la realeza parece no librarse, pero podemos verla con un sencillo vestido blanco atado por encima de la cintura que no pretende ocultar su barriga postparto, y que de hecho, la acentúa. También se le nota la cara aún hinchada y cierto gesto de cansancio, normal en una madre reciente.
Es algo que algunos usuarios de Twitter también han notado, y han elogiado su actitud.
Muy fan de Meghan Markle, visibilizando un postparto REAL. Pero real en todos los sentidos: ha presentado al royal baby marcando la barriga que deja un parto el día de antes. Porque lo real es lo normal. https://t.co/LOZdbibSjK
— Marta Hortelano (@MartaHortelano) 8 de mayo de 2019
Sé poco de la realeza, me entero de sus movidas en las revistas que leo cuando voy a la peluquería. Pero hoy reconozco que el gesto de Meghan Markle de salir como una mujer real en postparto le ha valido una nueva fan. #SoyFanDeMeghan
— Juliana Eusse Guerra (@julieusse) 8 de mayo de 2019
El útero multiplica su capacidad para poder albergar al bebé, desplazando de su lugar a otros órganos. Al final del embarazo su altura es seis veces mayor a la normal. Por supuesto, este órgano no vuelve a su tamaño original de la noche a la mañana, y no es algo que haya que ocultar. Tras el parto se produce el proceso de involución uterina, en el que el útero necesita entre cuatro y seis semanas para volver a ser el de antes.
El parto y el nombre del bebé
Acerca del parto no revelaron ningún detalle. Se había comentado que la Duquesa de Sussex deseaba tener un parto en palacio, pero al parecer los planes cambiaron dado que una semana después de la fecha prevista, el bebé no llegaba.
Según el diario británico Daily Mail, la pareja ingresó en el hospital (se cree que el Portland Hospital) en secreto durante la madrugada del lunes, solo acompañado por su equipo de seguridad de Scotland Yard. Tras el parto, se habrían trasladado con el recién nacido a su casa, también en secreto.
Actualización: en cuanto al nombre, los Duques de Sussex acaban de anunciar que su primer hijo se llama Archie Harrison Mountbatten-Windsor. Ninguno de los nombres favoritos en las apuestas que aseguraban que se llamaría Arturo, Spencer, Alejandro o Jaime.
Foto | GTres