En contra de todos los pronósticos, en España casarse está de moda: cada vez se celebran más bodas, cada vez lo hacemos más jóvenes y además, se han disparado los matrimonios católicos.
Es lo que hemos confirmado gracias al informe que el INE acaba de publicar sobre Movimiento Natural de la Población (MNP) e Indicadores Demográficos Básicos del año 2022. Aunque contiene información muy valiosa, sin duda estos datos son los que más llaman la atención.
Las bodas en España han aumentado un 20,5% con respecto al año anterior
Partiendo de la enorme bajada que hubo en el año de la pandemia, dos años después se ha duplicado la cifra de 2020: durante 2022 se registraron 179.107 matrimonios, un 20,5% más que en 2021 y el número más alto en la última década. La tasa bruta de nupcialidad aumentó 0,6 puntos y se situó en 3,7 matrimonios por cada 1.000 habitantes.
Esta tendencia puede venir arrastrada por la pandemia. Verónica García-Peña, socióloga, periodista y escritora afirma que las probabilidades de que esta sea la causa son altas: "Durante los años más duros y con más restricciones de la pandemia hubo parejas que aplazaron su boda y que ahora engordan las cifras habituales de enlaces. También se ha dado lo que yo llamo 'miedo pandémico', que hace que muchas parejas decidan tomar decisiones que antes aplazaban o incluso no se planteaban como puede ser vivir juntos, casarse, hacerse pareja de hecho, etc." Es decir, las cifras no son solo resultado del aplazamiento que se hizo de muchas celebraciones, sino que ha actuado como el detonante para tomar la decisión de comprometernos.
Pero los datos no solo nos revelan que casarse está de moda: un 3,5% del total de matrimonios registrados en 2022 correspondieron a parejas del mismo sexo (6.236 matrimonios), unos números que no se habían alcanzado antes. Las bodas de parejas con distinta nacionalidad también ha aumentado: en el 18,2% de los matrimonios celebrados con cónyuges de distinto sexo, al menos uno de ellos era extranjero (frente al 17,4% de 2021).
Nos casamos más jóvenes y las bodas religiosas remontan
Otro dato llamativo es que se está reduciendo paulatinamente la edad a la que nos casamos. En los hombres se redujo dos décimas, hasta 39,3 años, y en las mujeres una décima, hasta 36,6 años.
García-Peña vuelve a poner sobre la mesa los efectos de la pandemia, aunque introduce una importante variable que ya no podemos dejar por fuera, y son las costumbres de personas extranjeras que ahora son residentes en España: "Por un lado, por ese 'miedo pandémico' del que antes hablaba. Miedo a repetir largos estados de separación, soledad, etc. Por otro, por la influencia de costumbres importadas de otros países y que ya forman parte del tejido social español. Países latinoamericanos, por ejemplo, donde la media de edad a la hora de contraer matrimonio es menor. También a la hora de tener hijos. Eso se ve reflejado en las estadísticas y, además, se imita por lo que provoca una suerte de patrón, todavía en observación, pero que podría influir en el futuro demográfico".
Las bodas religiosas siguen remontando, a punto de llegar a los niveles prepandemia
Aunque en teoría la Iglesia Católica no goza de un momento de popularidad, los matrimonios celebrados bajo esta religión están aumentando. En 2020 por efecto de la pandemia bajaron a unos niveles nunca antes vistos desde que se tienen registros, pero se trata de una tendencia que ya se venía observando de años atrás.
Sin embargo, los datos muestran que las bodas religiosas están remontando y estamos a punto de llegar a números pre-pandemia. Desde el punto de vista sociológico, esto también tiene que ver con lo que marca internet: "Desde hace un tiempo, las corrientes neoconservadoras han encontrado en algunas redes sociales un nicho de mercado a través del cual vender un tipo de vida clásico, basado en un matrimonio eclesiástico tradicional que se muestra como ejemplo a seguir. Son prácticas importadas en gran medida por ideologías ultraconservadoras norteamericanas a través de movimientos como el 'tradwives'".
Estos movimientos muestran mujeres jóvenes sumisas, dedicadas únicamente al hogar y a la crianza de los hijos, sin ningún otro tipo de interés personal (sea este laboral, de entretenimiento, social, mental, etc.), que recuerda a tiempos pasados donde las libertades de la mujer eran prácticamente inexistentes.
Y por último, recalca Verónica García-Peña: "desde un punto de vista más banal, aunque sin dejar las modas ni las redes sociales, vivimos en un constante copiar la vida de otros, y lo que más se haga, será lo que más se repita. Es un patrón social frecuente. Antes se copiaba a los famosos de las revistas, ahora se copia a los influencers".
Los mayores de 60 años se casan más
La población mayor también nos deja una tendencia que muchos no esperábamos: la cantidad de los hombres mayores de 60 años que se casan se ha duplicado en los últimos 10 años, y aunque en las mujeres tambien se observa un crecimiento, es mucho menor.
Según la socióloga, esto se debe a diferentes variables: "Tenemos, como ocurre con el caso de parejas más jóvenes, el miedo a la soledad y el aislamiento que llegó con la pandemia y que se ha instalado con comodidad en la mente de todos a pesar del paso de los años. Tardaremos en ver su marcha. Por otro, ese mismo sentimiento hace que se pierda el temor a volver a intentarlo. Casarse de nuevo es una forma más de vivir el momento, que tan de moda está. Decirse a uno mismo que está vivo, que está bien y que va a ser feliz. También se han dejado de lado muchos prejuicios a este respecto, tanto sociales como personales".
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