Durante todo el tiempo que llevamos de confinamiento por la epidemia de COVID-19, la Asociación Española de Pediatría (AEP) y el Ministerio de Sanidad nos han recordado la importancia de las vacunas, priorizando en el caso de bebés, embarazas y pacientes de riesgo.
Pero tras casi dos meses de cuarentena, los pediatras han comenzado a advertir una caída de la cobertura vacunal en la población infantil - con el riesgo que esto supone - por lo que el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) ha subrayado la necesidad de recuperar lo antes posible las vacunas demoradas, asegurando las condiciones de seguridad.
Evitar rebrotes de ciertas enfermedades
Según ha explicado el doctor Francisco Álvarez, coordinador del CAV-AEP, "informes preliminares de las coberturas vacunales en varias comunidades autónomas ponen de manifiesto una caída importante de las vacunaciones infantiles, por lo que surge la necesidad de hacer un llamamiento a recuperar las vacunaciones perdidas y asegurar el cumplimiento del calendario vacunal".
Por eso, desde la AEP nos recuerdan que "entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o Unicef han hecho un llamamiento a los países para que planeen la recuperación plena de la actividad vacunal en cuanto las condiciones de la pandemia de COVID-19 lo permitan"
Y es que la situación actual de confinamiento que estamos viviendo ha retrasado las vacunas rutinarias de miles de niños y adolescentes en nuestro país, que junto con las limitaciones al transporte y el abastecimiento "pueden comprometer los logros en el terreno de la salud infantil de los últimos años", según ha apuntado el doctor Álvarez.
No vacunar tiene consecuencias (enfermedad, sufrimiento y muertes evitables) y un coste adicional importante, tanto en términos económicos como a nivel individual y social.
¿Cómo debe llevarse a cabo la vacunación?
Por todo ello, el CAV-AEP junto con la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) han elaborado un documento sobre vacunación, en el que proponen lo siguiente:
1) Mantener las vacunas infantiles, en la medida de lo posible
En la situación actual que estamos viviendo, se propone mantener en lo posible las vacunaciones infantiles, tanto las del calendario oficial como las no financiadas y recomendadas (rotavirus, meningococo B y meningococo tetravalente), asegurando en todo caso las de los menores de 15 meses (y en cualquier caso las de los dos y cuatro meses, y la triple vírica de los 12 meses de edad), tal y como recomienda el Ministerio de Sanidad.
A pesar del escaso conocimiento actual sobre las implicaciones pronósticas de la COVID-19, se recomienda aplicar criterios generales ya asentados por la experiencia acumulada, como:
Los niños que hayan superado la infección aguda por el nuevo coronavirus, una vez que se encuentren clínicamente bien, podrán seguir con las vacunaciones sin necesidad de esperar un tiempo determinado.
Las vacunaciones deberán hacerse manteniendo los niveles de seguridad habituales. La vacunación frente al rotavirus no debe realizarse en el domicilio por los padres.
2) Promover la confianza de las familias en sus visitas al centro de vacunación
El documento también recoge la importancia de ofrecer las condiciones de seguridad necesarias para reducir el riesgo de transmisión del nuevo coronavirus, así como promover la confianza de las familias en sus visitas al centro de vacunación.
3) Hacer planes para la recuperación de las vacunas demoradas
Y por último, estas entidades destacan la necesidad de hacer planes para recuperar lo antes posible las vacunas demoradas, y llevarlo a la práctica a medida que se vayan flexibilizando las medidas de distanciamiento social impuestas por las autoridades sanitarias.
Desde el Comité Asesor de Vacunas se subraya la necesidad de vacunar a aquellos niños en situaciones especiales debido a inmunodeficiencias primarias, enfermedades crónicas, uso de inmunosupresores, neoplasia, o pacientes trasplantados (de órgano sólido y de precursores hematopoyéticos).
Siempre se debe garantizar el máximo de vacunas posibles asegurando la seguridad de la intervención y la necesidad de coberturas especiales, a ser posible individualizada según cada situación. Por ello, es importante que sean revisadas las vacunaciones por el pediatra o médico especialista (infectología/inmunología pediátrica o medicina preventiva).
Fotos | iStock
Vía | Asociación Española de Pediatría
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