Convertir la escuela en un espacio para la revolución social, y en un escenario donde primen pedagogías radicales, feministas y queer. Esta es la propuesta de Yera Moreno y Melani Penna, dos investigadoras y profesoras que han elaborado un "Decálogo de ideas para una escuela feminista" que ha sido publicado por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO).
Entre sus propuestas estaría la de prohibir el fútbol en los recreos, crear baños unisex, vetar el estudio de autores como Neruda o Pérez-Reverte por considerarlos "machistas y misóginos", o a la hora de hablar usar siempre el femenino o el neutro acabado en "e" para evitar el lenguaje sexista.
19 propuestas para una escuela feminista
Las autoras de esta iniciativa consideran que ha llegado el momento de comenzar una revolución en las escuelas, ya que creen que éstas "reproducen y legitiman ciertas normas sociales", y que por tanto son "sexistas, racistas, clasistas, colonialistas y capacitistas".
Es por ello que han decidido elaborar un "Decálogo de ideas para una escuela feminista" dirigido a la comunidad educativa, en donde proponen cambios de diversa índole, animando a otras personas a mandar sus propuestas para que el ideario siga creciendo.
Además, consideran que si alguno de estos puntos no es entendido o compartido, sería por culpa de los "prejuicios sexistas" de la sociedad, por lo que en ese caso apelan a la lectura de autoras como Remedios Zafra, Virginia Woolf o Judith Butler entre otras, para comenzar a "pensar de otra manera".
Estos son los 19 puntos que se recogen en el decálogo por una escuela feminista:
Formar al profesorado de los centros en feminismo. Un programa básico de formación del profesorado en feminismo debería incluir, al menos, los siguientes contenidos: historia del feminismo; importancia del lenguaje inclusivo; uso de un lenguaje no excluyente; desaprendizaje de la competitividad, el machismo y el heterosexismo; consentimiento y maneras de relacionarse positivamente; toma de la palabra desde la escucha y el diálogo; cuidados y afectos.
Emplear en el centro por el conjunto del profesorado un lenguaje no machista, usando el femenino para hablar o el género neutro con la ?e?, por ejemplo, ?todes?.
Incluir, al menos, la misma cantidad de libros escritos por mujeres que por hombres en el currículum de Lengua y Literatura, porque la cantidad importa. Ejemplos de libros y/o autoras clásicas y modernas a incluir: Virginia Wolf, María Zambrano, Emily Dickinson, Marta Sanz, Jeannet Winterson, Ali Smith, Clarice Linspector, Sarah Waters, Alice Walker, Margaret Atwood, Alice Munro?
Incluir, al menos, la misma cantidad de mujeres filósofas que de hombres filósofos en el temario de Historia de la Filosofía (de nuevo, la cantidad importa). Ejemplos de mujeres filósofas a incluir: Marina Garcés, Judith Butler, Donna Haraway, María Zambrano, Hipatia de Alejandría, Mary Wollstonecraft, Hannah Arendt, Chantal Mouffe?
Feminizar la historia del arte y la cultura: existen artistas, cineastas, historiadoras del arte, fotógrafas. Nómbralas, da a conocer su trabajo. Aquí algunos nombres, para empezar: Dora Maar, Artemisia Gentileschi, Sofonisba Anguissola, Mary Cassatt, Claude Cahun, Esther Ferrer, Adriane Pipper, Zoe Leonard, Camille Claudel, Ana Mendieta, Tamara de Lempicka.
Cambiar el currículum en Ciencias, habla de ellas, de sus investigaciones y aportaciones a la física, la matemática, la medicina, la astronomía. Porque Marie Curie, Ada Lovelace, Rachel Carson, y otras muchas, existieron.
Eliminar libros escritos por autores machistas y misóginos entre las posibles lecturas obligatorias para el alumnado. Ejemplos de libros y/o autores machistas a eliminar de los temarios: Pablo Neruda (Veinte poemas de amor y una canción desesperada), Arturo Pérez Reverte y Javier Marías (cualquiera de sus libros). Habla de la faceta misógina de ciertos autores legitimados como hegemónicos: explica qué dijeron acerca de las mujeres autores como Rousseau, Kant, Nietzsche, entre otros. Nos ayudará a tener otra perspectiva de la Historia y sus valores. Añade a tus currículo autores que apoyaron la igualdad y el movimiento feminista, Poullain de la Barre, J. Stuart Mill?
No separar los baños entre hombres y mujeres. Los baños pueden ser espacios comunes si se nos enseña a que lo sean. Pensemos los espacios de otras formas, no estigmatizándolos y convirtiéndolos en lugares posibles de conflicto.
El currículum de Educación Física debe ser común al conjunto del alumnado. Los criterios de evaluación podrán ser diferentes en función de muchos factores pero, en ningún caso, porque la persona que vaya a ser evaluada sea mujer u hombre (supuestamente). Incluyamos otras formas de entender el cuerpo y de vivirlo.
Desheterosexualizar la escuela. No des la heterosexualidad por supuesta, plantéate que el mundo es enormemente diverso, y una escuela también.
Tener asignaturas específicas de educación sexual, así como de equidad de género en todos los cursos de todas las etapas. Estas asignaturas específicas contemplarán, además, la formación obligatoria del profesorado en estas materias. Porque los prejuicios y los estereotipos también nos atraviesan en tanto que docentes. Porque somos parte fundamental en la perpetuación y legitimación de un sistema patriarcal y heterosexista.
Prohibir el fútbol en los patios de recreo. Hagamos del patio un espacio amigable, donde todo el mundo pueda ocupar, transitar y habitar ese espacio común. Dejemos fuera esos juegos competitivos que monopolizan los espacios y excluyen a quienes no participan en ellos. ¿Por qué pistas de fútbol y no pistas de baile?
Eliminar los códigos de vestimenta. Enseñar, mediante talleres y en las clases, tanto al profesorado como al alumnado, a respetar a las personas, independientemente de cómo vayan vestidas. Desechemos ese prejuicio misógino de pensar que ciertas personas visten para provocar a otras. Entiende que la vestimenta, y lo que hagamos con nuestros cuerpos, forma parte de la libertad individual de cada cual, y no tiene nada que ver contigo. Asúmelo.
Eliminar la asignatura de Religión católica, porque una escuela feminista es una escuela, necesariamente, laica.
Cambiar el currículum de Historia, que ha de contar la historia de las mujeres y los colectivos minorizados. ¿Dónde están esas otras historias que no nos cuentan?
Prohibir las canciones machistas en la banda musical del centro. Porque la misoginia, el sexismo y la homofobia son insultos, no deben tener presencia en nuestros centros.
Emplear música feminista en los centros de enseñanza. Por ejemplo, se pueden escuchar cantantes como Rebeca Lane, Crudas Cubensi, Kumbia Queers, Viruta, Alicia Ramos, La Tía Julia (busca más en Youtube, Spotify, pregunta, escucha, aprende).
Cambiar los nombres de los centros educativos. Eliminar todos aquellos nombres de centros que sean católicos o hagan referencias a militares, políticos o juristas y sustituirlos por nombres de mujeres representativas del movimiento feminista o por nombres de elementos de la naturaleza. ¿Qué tal si empezamos a encontrarnos un mundo donde los nombres de ellas cuenten, donde estén presentes?
Haz tu propia biblioteca feminista en tu centro. Lee el libro "Una habitación Propia", de Virginia Woolf, y lo entenderás. Compra libros escritos y protagonizados por mujeres. Establecer a través del claustro que en el plazo de tres cursos académicos tiene que haber una cantidad similar de libros escritos y protagonizados por mujeres que de protagonizados por hombres en la biblioteca del centro.
Según informa El Mundo, aunque este decálogo ha sido publicado en la web de la Federación de Enseñanza de CCOO, su secretario, Francisco García, ha dicho que "el sindicato se desvincula completamente" de ello, si bien ha hecho suyos algunos de los puntos, ha suavizado el contenido de otros y ha añadido alguno más, en otro decálogo presentado con motivo del Día de la Mujer.
El debate está servido
En líneas generales, las propuestas publicadas en la web de la Federación de Enseñanza de CCOO no han gustado a los lectores, y son muchas las personas que consideran que estas ideas "desvirtúan el concepto de feminismo" y que prohibir no es la mejor forma de alcanzar la igualdad.
Estos son algunos de los comentarios que han podido leerse en Twitter o en la web del sindicato a raíz de la publicación:
Pero también hay quien apoya las medidas y aboga por la formación de una escuela feminista y libre de prejuicios. Estos son algunos de los comentarios a favor del decálogo que pueden leerse en la publicación de la web del sindicato:
Personalmente, considero que es muy beneficioso ampliar el conocimiento de los alumnos con obras, descubrimientos, libros o aportaciones científicas o físicas de mujeres, pero nunca restando ni prohibiendo, sino sumando.
Igualmente, todos (tanto desde casa como en las escuelas) debemos involucrarnos en educar a los niños en igualdad, animarles a ser lo que deseen ser, fomentar el trabajo en equipo y el respeto y la empatía hacia los demás. Porque sólo desde la educación y el ejemplo lograremos erradicar ciertos comportamientos y comentarios sexistas que continúan perpetuándose y que tanto daño hacen a los más pequeños.