Cuando los niños viajan por carretera es imprescindible que lo hagan en sillas homologadas y adecuadas a su peso, altura y edad. Además, no nos cansamos de recomendar el uso de sistemas de retención infantil (SRI) orientados a contramarcha, pues según los expertos es la forma más segura de viajar.
Sin embargo, todavía hay muchos mitos en torno a estas sillas, y gente que piensa que más allá de la etapa de bebé no son útiles ni necesarias. Pero nada más lejos de la realidad, y con la ayuda de este artículo publicado en la revista Fatherly os lo queremos demostrar a través de la física.
¿Qué ocurre en una colisión frontal?
La mayoría de los accidentes de tráfico se producen por colisiones fronto-laterales entre vehículos, y este escenario es, según los expertos y las estadísticas, el más lesivo que hay.
En una colisión frontal los ocupantes que viajan en el interior del vehículo se desplazan hacia el punto del impacto con gran fuerza y velocidad, siendo retenidos por los cinturones de seguridad o los arneses de las sillas.
Llegados a este punto, y según las leyes de la física: ¿qué diferencia hay entre un niño colocado a favor de la marcha y otro colocado en un silla a contramarcha (ACM)?
Si el niño viaja a favor de la marcha...
Cuando se produce un impacto a 50 km/h y el niño viaja en una silla de coche colocada a favor de la marcha con arnés de seguridad, su cabeza es lanzada hacia adelante con la fuerza de un proyectil, pero su cuerpo quedará fuertemente retenido por los tirantes del arnés.
Recordemos que la cabeza de un niño pequeño supone, aproximadamente, el 25-30 por ciento del peso de su cuerpo. Además, su cuello aún está en formación y sus vértebras son cartílagos que no estarán completamente reforzadas hasta los seis años.
La fuerza con la que es lanzada hacia adelante la cabeza, obligará a la médula espinal a estirarse más allá del punto de no retorno, provocando graves daños o incluso la muerte.
Si el niño viaja a contramarcha...
Cuando la colisión se produce viajando en un SRI a contramarcha, toda la fuerza del impacto es arbsorbida de manera equitativa por la propia silla por lo que la carga que el cuello del niño soporta en ese momento se reduce a 30-70 kg.
Pero un choque frontal implica tres tipos de colisiones:
- Por un lado, el vehículo choca contra un objeto (un árbol, otro coche, un obstáculo en la carretera...)
- Por otro lado, el cuerpo del ocupante golpea contra el arnés de seguridad de la silla o contra el cinturón.
- Y este segundo impacto provoca que los órganos internos golpeen contra el interior del cuerpo.
Cuando el niño viaja a contramarcha, su cuerpo no se desplaza hacia adelante en caso de colisión de la misma forma que si estuviera situado de cara a la marcha. Esto reduce considerablemente la fuerza con la que se produce la segunda y tercera colisión, y por tanto los daños provocados en sus órganos.
"Las sillas orientadas hacia atrás no son una elección que deba hacerse según el estilo de vida o la opinión de los padres, sino que es una decisión basada en hechos científicos. Cuanto más sepamos sobre física y fisiología, mejor podremos proteger a nuestros niños de lesiones graves" - declaraba a Fatherly el responsable de la organización norteamericana para la seguridad vial, Car Seat For The Littles.
Os compartimos este vídeo publicado por el Centro de Estudios de Prevención de Lesiones Infantiles y realizado con ayuda de investigadores del Centro de Biomecánica de Lesiones de la Universidad de Ohio, el Hospital Infantil de Filadelfia y la Universidad de Pensilvania. En él se explica de manera muy visual lo que acabamos de comentar, y por qué viajar a contramarcha es hasta cinco veces más seguro que hacerlo a favor de la marcha.
¿Y qué sucede en caso de impacto trasero?
Queda claro que en caso de impacto frontal o lateral este tipo de sillas reducen hasta en un 80 por ciento el riesgo de lesiones. Pero, ¿qué ocurre si el impacto se produce por detrás?
Hace unos meses publicamos un estudio llevado a cabo por la Universidad de Ohio y el Centro de Estudios de Prevención de Lesiones Infantiles, que dictaminó que las sillas a contramarcha continúan siendo la opción más segura para viajar también en caso de choque trasero, pues siempre que estén correctamente instaladas, absorben con gran eficacia el impacto.
En cualquier caso, y según las estadísticas, no debemos olvidar que los impactos traseros ocurren con menor frecuencia que los choques frontales o laterales y, por lo general, la velocidad de los vehículos implicados es mucho menor, por lo que también lo es la gravedad de las lesiones de sus ocupantes.
¿Hasta cuándo viajar ACM?
En nuestro país, situar a los niños en un SRI a contramarcha es obligatorio hasta los 15 meses si se opta por sillas homologadas bajo la normativa i-Size. Pero, tal y como hemos visto, no es tiempo suficiente, por lo que los padres deberíamos extender el uso de sillas a contramarcha más allá de esta edad.
La Asociación Americana de Pediatría recomienda que los niños viajen a contramarcha al menos hasta los dos años, aunque esta recomendación se extiende hasta los cuatro, o incluso más, por parte de la DGT, bomberos y expertos en seguridad vial.
Pero viajar a contramarcha no es sinónimo de viajar seguro si no se cumplen otros requisitos imprescindibles:
- Elegir una silla correcta y adecuada al peso y talla del niño. Para ello, es importante dirigirse a tiendas especializadas donde podamos ser asesorados por profesionales en función de las características de nuestro vehículo y el niño que vaya a ocupar el SRI.
Recuerda que en el momento en que el menor supere las indicaciones de peso y altura ofrecidas por el fabricante, la silla dejará de ser segura, por lo que deberemos buscar otro modelo que se adapte mejor.
Anclar la silla correctamente al vehículo, pues de nada sirve adquirir una silla ACM si no está correctamente sujeta al asiento. Y para ello de nuevo es fundamental ser asesorados por profesionales cualificados.
Ajustar correctamente los arneses cuando sentemos al niño: vigilar que la tensión de los mismos sea la adecuada, que no estén retorcidos, que el niño no vaya con el abrigo puesto... ya que esto reduciría la seguridad.
Por tanto, si deseas proteger a tu hijo en carretera optando por sistemas de retención infantil a contramarcha más allá de los 13-15 kg de peso, debes saber que es posible y que hay una amplia oferta de sillas en el mercado para viajar de forma segura. ¡Feliz viaje!
Foto Buckle up with Brutus, iStock
Vía Fatherly
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