Tener una autoestima sana es clave para ser feliz, pero no siempre es sencillo conseguirlo, es algo en lo que tenemos que trabajar cada día con ejercicios, trucos y hábitos que nos hacen bien. Pero así como hay cosas que podemos hacer, también hay cosas que debemos revisar si no están siendo un obstáculo para ello.
La psicoterapeuta Amy Morin, autora de cinco libros sobre fortaleza mental y ponente de una de las mejores charlas TED 'El secreto para ser mentalmente fuerte', habla de tres claves importantes que, de no prestarles suficiente atención, podrían estar dinamitando nuestra autoestima.
De acuerdo con Amy Morin, construir una autoestima y autoimagen saludables es algo que tomará tiempo pero sobre todo trabajo en nosotros mismos, algo que puede volverse incómodo al principio, pero que vale totalmente la pena y el esfuerzo.
Estas son tres cosas que podrían estar afectando de forma negativa tu autoestima sin que te des cuenta, y cómo puedes trabajar en ellas.
1) Rodearnos de negatividad
En ocasiones, el entorno o las personas que nos rodean pueden ser quienes estén dinamitando la imagen que tenemos sobre nosotros mismos. De acuerdo con un estudio, podríamos estar haciendo esto sin darnos cuenta, ya que se encontró que las personas con baja autoestima tienden a rodearse de personas que les desaniman y desalientan constantemente.
Debido a que no se tiene una imagen positiva sobre sí mismos, estas acciones y comentarios negativos pueden proporcionar una especie de confort, ya que reafirman esa autoimagen negativa que hemos construido en nuestra mente.
La solución que propone Morin, es que evaluemos a las personas que nos rodean y revisemos la calidad del entorno en el que vivimos o nos desenvolvemos, haciéndonos preguntas para descubrir si nos encontramos en un entorno que afecta nuestra autoestima, como: ¿estoy rodeado/a de personas que acostumbran desanimarme, criticarme o desmotivarme?, o ¿vivo en un entorno ordenado y tranquilo, o en uno desordenado y caótico?
Si detectamos que efectivamente nos encontramos en un entorno negativo o pesimista, es importante que hagamos prioridad el rodearnos de personas que nos inspiren y motiven a ser mejores -como las personas vitaminas de las que alguna vez hablamos-, y trabajemos en mejorar nuestro entorno.
2) Hablarnos de forma negativa
Está comprobado científicamente que nuestro diálogo interno puede impactar enormemente en cómo nos sentimos emocionalmente, y esto también incluye nuestra autoestima y amor propio.
Decirnos constantemente frases pesimistas como "no soy suficiente", "no podré lograrlo" o "todos se reirán de mí", solo hará que nos sintamos mal acerca de nosotros mismos y nuestro cerebro verá esa imagen negativa sobre nosotros mismos como una realidad.
Morin señala que la clave es prestar atención a lo que nos decimos y cuando un pensamiento negativo llegue a nuestra mente -como las críticas o los escenarios pesimistas que comentábamos-, nos detengamos y pensemos en cómo le diríamos esas cosas a un/a amigo/a. Lo más probable, es que no seríamos tan duros con él o ella e incluso le demos palabras de aliento.
Hablémonos entonces como lo haríamos con un amigo o amiga a quien valoramos y queremos, diciéndonos frases más compasivas y positivas que nos ayuden a construir una autoimagen más saludable. Eventualmente, nuestro cerebro reconocerá que somos personas mucho más capaces y competentes de lo que pensábamos.
3) Comportarnos de forma insegura
Es normal y esperado que si nos sentimos inseguros actuemos de este modo. Pero esta es una de las cosas que debemos evitar si buscamos mejorar nuestra autoestima, ya que cambiar nuestro diálogo interno no siempre es suficiente para lograrlo: también es importante cambiar nuestro comportamiento.
De acuerdo con Morin, lo que habremos de intentar hacer será actuar de forma opuesta, es decir, fingir o comportarnos como una persona confiada y segura - aunque al inicio nos cueste trabajo y nos pueda dar algo de verguenza hacerlo. Es algo así como cuando tomamos la decisión de hacer algo que nos da miedo: debemos actuar sin sobrepensarlo demasiado.
Un truco para ello es preguntarnos a nosotros mismos: "¿qué haría una persona confiada en este momento?" en momentos donde nos sintamos nerviosos o inseguros, como saludar a alguien, presentarse con una persona desconocida u ofrecerse como voluntario para hacer algo antes que los demás.
Y es que cuando tomamos acción y decidimos actuar de forma confiada, nuestra mente se da cuenta que realmente somos capaces de hacer las cosas, algo parecido a lo que comentábamos sobre el díalogo interno.
Como comentario final y adicional, Morin explica que si nos cuesta mucho mejorar nuestra autoestima o no logramos cambiar alguno de estos comportamientos por nosotros mismos, lo recomendable sería buscar un psicólogo o un profesional de la salud mental que pueda ayudarnos a trabajar en ello, para así tener una vida más positiva y en la que seamos más felices.
Foto de portada | Amy Morin