¿Siempre eres tú quien "tira del carro" en la relación de pareja? ¿Te sientes solo y tu pareja no consulta contigo temas que os afectan a los dos? Si todo esto te resuena, puede que seas víctima del firedooring, un término de origen anglosajón que hace referencia a la dinámica de pareja en la que uno de los dos "tira" de la relación y el otro no se esfuerza por cuidarla.
Se produce así una "unilateralidad emocional" que amenaza el equilibrio psicológico de la pareja. El término es el último "invento" surgido del Urban Dictionary, una recopilación de términos que proliferan en el ecosistema digital entre los que también figura el 'ghosting'.
Cinco señales de firedooring en la relación
Firedooring es una analogía con el funcionamiento de las puertas (door) de emergencia para incendios (fire), por las que puedes salir, pero no entrar, una "unilateralidad" que definiría esta clase de relaciones.
Son relaciones completamente descompensadas en las que no hay reciprocidad ni en el compromiso, ni en la satisfacción emocional, ni en la responsabilidad afectiva ni, probablemente, en el propio cariño y amor.
¿Eres víctima del firedooring? Descúbrelo a través de cinco situaciones (con ejemplos) que se repiten con frecuencia en este tipo de dinámicas dañinas donde uno hace (y da) mientras el otro mira (y recibe).
1) La comunicación solo se da cuando el otro quiere (es unilateral)
Tu pareja solo se comunica contigo cuando lo desea y no responde a tus intentos de contacto de manera consistente. Por ejemplo, responde a tus mensajes de texto horas después o simplemente los ignora, sin ninguna explicación o disculpa.
Aunque intentas empezar conversaciones o expresar tus preocupaciones, recibes respuestas breves o evasivas que no abordan lo que tú necesitas. Esta falta de reciprocidad en la comunicación te hace sentir ignorado o poco valorado en la relación.
2) Toman decisiones comunes sin consultarte
Por otro lado, tu pareja tiende a tomar decisiones importantes relacionadas con la relación (o que os afectan a ambos) sin consultar contigo ni considerar tus opiniones. Por ejemplo, planifica las vacaciones, hace cambios en la rutina diaria, invita a amigos a vuestra casa o incluso toma decisiones respecto al dinero sin consultarte ni hablarlo contigo antes.
No te lo consulta, pero si lo acabas sabiendo, aunque intentas expresar tus preferencias o sugerir alternativas, tu pareja ignora tus deseos y actúa de manera unilateral. Esto, claro, acaba generando tensión y conflictos.
3) Te hacen sentir culpable por expresarte
Otra señal de firedooring es que tu pareja recurre a tácticas de manipulación emocional (que pueden ser muy sutiles) para controlar la relación y obtener lo que desea, a expensas de tus necesidades y bienestar.
Por ejemplo, hace que te sientas culpable por expresar tus propios deseos o necesidades, utilizando frases como "si realmente me quisieras, harías esto por mí" o "eres egoísta por pensar solo en ti mismo". Parece como si lo único que importara es lo que él o ella necesita, o lo que él o ella dice, pero no lo tuyo.
4) El compromiso no es recíproco: solo te comprometes tú
Existe también una falta de compromiso recíproco en la relación; así, tu pareja evita comprometerse en actividades conjuntas o demostrar interés en construir un futuro juntos.
Por ejemplo, cancela planes contigo repetidamente sin darte explicaciones válidas o muestra poco interés en participar en actividades que son importantes para ti. Aunque tú estás dispuesto a comprometerte y trabajar juntos para fortalecer la relación, tu pareja parece estar más interesada en satisfacer sus propias necesidades y deseos.
Por otro lado, la falta de compromiso también puede manifestarse en que el otro entra y sale de la relación a su antojo, estando con otras personas, y cuando se aburre o se cansa, vuelve (de ahí la inestabilidad característica del firedooring). Claro que esto solo es posible si como "víctimas" lo permitimos (pero se aprovechan de la dependencia emocional que sentimos, explicada en el próximo punto).
5) Hay un desequilibrio de poder que se alimenta de la dependencia emocional
Además, ejerce un control desproporcionado sobre la relación, dictando las reglas y expectativas mientras te niega el mismo nivel de control o autonomía.
Por ejemplo, exige constantemente tu atención y tiempo, esperando que estés disponible cuando lo desea, pero muestra poco interés en comprometerse emocional o físicamente cuando tú lo necesitas. Se produce así una desigualdad de poder en la relación.
Qué ocurre, que en realidad, el miembro de la pareja que es víctima de esta situación, tiene una gran dependencia emocional del otro. Esto lo aprovecha el que perpetúa el firedooring para ejercer un control total sobre esa persona, a quien utiliza para cumplir un determinado objetivo y, luego, guarda la suficiente distancia como para no romper el vínculo. En realidad, se produce una codependencia (dependencia mutua).
Foto | Portada (Película (500) días juntos, 2009)