Según esta nota de prensa un niño autista aprendió a hablar gracias a la interacción con un loro. El chico con trastornos de aprendizaje no conseguía hablar, pero un día comenzó a imitar a Barney (así se llama el animalito) con palabras como “papá", “mamá", “hola" y “coche".
La madre del niño ha manifestado que "Barney ha transformado nuestras vidas", y añadió que "antes de tenerlo, Dylan intentaba hablar, pero sólo conseguía hacer ruidos".
La terapeuta del lenguaje Hazel Roddham, de la Universidad de Lancashire, cree que el fenómeno se debe a que el niño está contento cuando está con el pájaro. "El loro atrae la atención del niño, que intenta entonces imitar sus sonidos", asegura, y añade que además el pájaro habla muy despacio y claro, lo que facilita el proceso.
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