Este año siento que los grupos de whatsapp de padres del cole son más importantes y útiles que nunca

Este año siento que los grupos de whatsapp de padres del cole son más importantes y útiles que nunca
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Los grupos de whatsapp de padres y madres del cole siempre me han parecido un verdadero engorro. Pitan a todas horas, se llenan de chistes e información irrelevante, se originan auténticos debates para elegir un simple ramo de flores para la profe a final de curso, y buena parte de su contenido se centra en buscar objetos perdidos de los niños.

Así que lo confieso: soy de las que está en los grupos de whatsapp del cole porque se pregunta "¿cómo no voy a estar? ¿y si algún día dicen algo importante y no me entero"?, pero la verdad es que nunca les he visto sentido... hasta ahora. Creo que este curso que comienza, los grupos de whatsapp del cole están siendo de gran ayuda y por primera vez desde que llevo metida en ellos, siento que merecen la pena.

Ahora veo en ellos una especie de tribu virtual que va mucho más allá de pedirse los deberes: los padres nos estamos apoyando ante esta vuelta al cole tan extraña, sin críticas ni juicios, porque solo nosotros entendemos lo que están sintiendo las familias de los compañeros de nuestros hijos: mismas dudas, mismos miedos y misma sensación de incertidumbre.

Por qué hasta ahora no me gustaban los grupos de whatsapp

grupo de whatsapp del cole

Seguro que todos hemos presenciado alguna vez conversaciones surrealistas en el grupo de whatsapp de padres del cole: conversaciones en las que se pregunta insistentemente por los deberes que tienen que hacer los niños; en las que alguien pide al resto que miremos en las mochilas de nuestros hijos por si se han llevado por error la sudadera de otro niño; o en las que se debate hasta la saciedad sobre los detalles del disfraz de fin de curso... Y todo por no hablar de la temporada de regalos a los profes o de los cumples de toda la clase en los parques de bolas.

Y yo, que tengo silenciado el grupo, cuando miro el móvil me encuentro con casi 300 whatsapp y creo desfallecer. ¿Se habrá dicho algo importante? ¿Me tocará leerme todos los comentarios para enterarme? Al final, la lectura va más rápido de lo esperado, pues la mayoría son mensajes escuetos del estilo: "yo no lo tengo", "espero que aparezca", "hola, bienvenida" o "mi hijo me ha dicho que hay que hacer la página 2 de matemáticas".

Llevo nueve años formando parte de los grupos de whatsapp del cole, y no solo de un hijo sino de tres (¡a veces, incluso algún grupo adicional de extraescolares!), y creo que puedo contar con los dedos de una mano las veces en las que me han sido realmente útiles.

Tanto es así, que muchas veces he dudado de si son un buen invento. Al fin y al cabo, los niños de antes hemos llegado a donde estamos ahora sin ayuda de grupos de whatsapp de padres, y las cosas no nos han ido mal. Perdíamos prendas de ropa (y ya nos las apañábamos para encontrarlas), llevábamos deberes sin hacer (y asumíamos las consecuencias), nos entregábamos en mano las invitaciones de cumpleaños, y nuestros trabajos o proyectos eran únicos y genuinos, no como ahora, que con tantas directrices como nos damos los padres a través del grupo, los niños acaban llevando al cole sus trabajos 'cortados por el mismo patrón'.

En definitiva, que nunca he sido una firme defensora de los grupos de whatsapp del cole, y mi presencia en ellos es más bien discreta.

Pero todo cambió cuando llegó la pandemia

grupos de whatsapp

Pero entonces llegó la pandemia de coronavirus, y en aquellos duros y tristes momentos que nos tocó vivir los grupos de whatsapp de padres del cole se convirtieron en una tabla de salvación para muchas familias, -entre las que me incluyo-.

A través de los vídeos y audios de los niños que los padres mandábamos al grupo, nuestros peques pudieron seguir manteniendo contacto virtual con sus compañeros de clase, felicitarse los cumpleaños durante la cuarentena, verse de vez en cuando a través de la pantalla e incluso coordinarse para dedicar bailes y canciones a sus profesores.

Para los adultos supuso un punto de apoyo importante en esa nebulosa gris en la que de pronto todos nos vimos sumidos con el "cole en casa". Saber cómo lo estaban haciendo los demás, tomar ideas de unos o de otros, aportar sugerencias enriquecedoras... Fue, sin duda, una lección de vida que siempre agradeceré.

Con el inicio de este curso escolar tan atípico, los grupos de whatsapp del cole se han convertido en un importante pilar. Pues a través de una pantalla de móvil siento que tengo toda una tribu de madres/padres dispuestos ayudar y a escuchar, pues al fin y al cabo todos estamos en "el mismo barco"

Las últimas semanas antes de comenzar el colegio han sido caóticas. La información que nos iba llegando a los padres era escasa y a cuentagotas, y cuanto más se acercaba la fecha de inicio de curso más dudas iban surgiendo.

En mi caso, confieso que ha sido un alivio poder hablar y desahogarme con otros padres del cole a través de whatsapp. Porque aunque siempre se puede contar con la familia o los amigos más cercanos, sentía que solo ellos entendían y transitaban por los mismos sentimientos que yo. Al fin y al cabo, compartíamos el mismo centro educativo, profesores y protocolos.

Pero en todo este tiempo, los grupos de whatsapp del cole no solo se han convertido en una tribu virtual en la que apoyarse y sentirse arropado, sino también en un instrumento muy valioso de intercambio de información, pues cada vez que un padre/madre se enteraba de algún detalle relacionado con la organización de nuestro centro educativo (por pequeño que fuera), lejos de guárdarselo para sí mismo lo compartía con los demás, consciente de la importancia y el valor que cualquier dato podía suponer para las familias en esta delicada situación.

Así que hoy quiero homenajear a todos esos padres que haciendo un buen uso de los grupos de whatsapp del colegio de sus hijos, han logrado que otras familias se sientan escuchadas y comprendidas. Pero también lanzo un 'bravo' a los padres ingeniosos que siempre han tenido preparado el meme oportuno para arrancarnos una sonrisa al resto cuando los ánimos decaían o los nervios se hacían patentes. Y por supuesto, un aplauso también muy grande a todos los que han tenido iniciativas para que los niños pudieran verse y oírse durante estos meses en los que han estado separados.

Hoy hemos comenzado el cole en Madrid y aunque sin duda se tratará de un curso atípico, no tiene porqué ser malo. Afrontamos retos que jamás hubiéramos imaginado, pero las familias estamos más unidas que nunca para superarlos. ¡Feliz inicio de curso a todos!

Fotos | iStock

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