Siempre he valorado mucho el trabajo que realizan los profesores de mis hijos, pero desde que comenzara el confinamiento, y con él la educación a distancia, lo valoro mucho más si cabe. Porque en todo este tiempo no solo han demostrado una gran cercanía y cariño con todas las familias, sino porque diariamente hacen todo lo posible para que en medio de esta locura que estamos viviendo, los niños puedan continuar aferrándose a unas rutinas escolares que les den seguridad y mantengan su mente ocupada.
Por eso, hoy he decidido escribir un pequeño y sincero homenaje a los maestros de nuestros hijos: a los implicados y respetuosos, a los que buscan ingeniosas formas de motivar, a los que responden las dudas de sus alumnos a cualquier hora del día, y a los que no dudan en traspasar lo académico y mandar vídeos y audios divertidos para animar a sus chicos. Por todos ellos, ¡gracias!
Cuando tu profesor lo es todo para ti
Mis dos hijos pequeños están cursando Educación Infantil, una etapa en la que la figura del maestro es clave. Para mi niño, su profesor es poco menos que un héroe y no hay día que pase que no le nombre o recuerde alguna anécdota vivida junto a él a lo largo del curso.
Su profesor es para él ese 'sabio admirable' que le ha enseñado a leer, escribir y sumar sin apenas darse cuenta, que le descubría cada día montones de detalles asombrosos del mundo que nos rodea, y que le ha hecho viajar al espacio y conocer al dedillo nuestro sistema sola. Pero también es esa persona que le ha curado varias veces cuando se ha caído en el patio, o le ha consolado cuando tenía un mal día.
Sin embargo, mi peque es consciente de que aunque no puede verle a diario como le veía antes, su profe no les ha abandonado. Sabe que tiene que quedarse en casa como estamos todos los demás, pero sin dejar de trabajar y buscar tareas educativas y divertidas para mandar a sus alumnos. Tareas que dicho sea de paso, 'guarda como oro en paño', pues tiene la esperanza de poder enseñárselas pronto.
Pero lo académico no es lo más importante en toda esta historia, especialmente en edad preescolar. Y los profesores de la etapa de Infantil lo saben. Por eso, en este tiempo no han faltado los guiños divertidos y palabras de aliento en forma de vídeos y audios que los peques han recibido con gran entusiasmo, e incluso alguna que otra lágrima de emoción.
Una situación nueva para todos que los maestros están manejando de manera admirable
En el caso de mi hijo mayor la situación es ligeramente diferente, pues con el paso a Secundaria en el horizonte, la parte académica adquiere mayor relevancia. No obstante, en ningún momento los profesores le han transmitido presión por los estudios, y el factor humano ha primado y prima siempre en todas sus comunicaciones.
Es una realidad que el cierre de colegios nos pilló a todos desprevenidos. Y aunque reconozco que inicialmente la situación pudo ser confusa y caótica para la mayoría de padres y alumnos, creo que los profesores han hecho un esfuerzo titánico para poder poner en marcha en tiempo récord una educación a distancia, para la que ninguno estábamos preparados.
Con el tercer trimestre recién comenzado todo fluye de manera más cómoda y fácil, e incluso mi hijo tiene la extraña sensación de que ha vuelto a las aulas, -aunque de una manera diferente, lógicamente-, y eso le motiva aún más.
Y es que la plataforma online que utiliza ahora le permite estar en contacto directo, estrecho y continuo con sus profesores, transmitirles sus dudas en tiempo real y obtener su feed back de manera rápida y directa, como que si estuviera en clase presencial.
Estoy convencida de que esta forma de trabajar, que quizá hoy veamos un tanto compleja, aportará a nuestros hijos grandes ventajas para el desarrollo de su autonomía y otras habilidades necesarias para el futuro. Pero esto da para otra reflexión que tengo pendiente publicar en los próximos días.
Por el momento, hoy me centro en ese aplauso a los profesores por su encomiable labor, por no permitir que los ánimos decaigan y por tener siempre las palabras de aliento necesarias que los niños y niñas necesitan en estos delicados momentos. ¡Gracias por vuestro esfuerzo, dedicación y humanidad!
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