El trabajo de las madres es uno que no tiene fin. Desde que nos levantamos hasta que volvemos a colocar la cabeza en la almohada hasta altas horas de la noche (¡o incluso de la madrugada!) nos encontramos activas. Y claro, la mayoría del tiempo estamos cansadas.
Pero a pesar de todo, muchas personas consideran que las mamás que se quedan en casa para cuidar de los hijos "no hacen nada en todo el día". Si tú te sientes así, o te lo han dicho, queremos recordarte algunas cosas.
Comencemos por aclarar algo: el valor de una persona no reside en la carga laboral o el número de actividades que realice durante el día. Y lo digo porque el trabajar arduamente o hasta el cansancio suele enlistarse como una cualidad positiva, y claro, a una persona trabajadora se le reconoce su dedicación y esfuerzo. Pero eso no define su valor.
A todos nos gusta plantearnos metas, trabajar y luchar por ellas hasta lograrlas y desde luego que nos emociona y entusiasma ese sentimiento de satisfacción cuando hemos logrado lo que nos proponemos. Cuando somos madres, esto es algo que experimentamos poco.
Muchas veces en lugar de enfocarnos en lo positivo, le abrimos el paso a la culpa o el sentimiento de fracaso porque, efectivamente, pareciera que no logramos hacer mucho durante el día. Pero déjame decirte algo: si lo haces, y mucho. Porque tienes el trabajo más importante de todos.
Lo haces todo, aunque parezca que no haces nada
"¿Qué hace una mamá que se queda en casa todo el día?" es una pregunta que muchas personas se hacen. Algunos creen que es tan relajante como estar de vacaciones porque no sales a trabajar, mientras que otros imaginan que todo son risas y hacer lo que te plazca en el día. Pero la realidad poco tiene que ver con esos pensamientos.
Dicen que no haces "nada" porque solo cuidas de tus hijos, pero es en realidad, el trabajo más importante. Y también el más hermoso, el más agotador, el más emocionante y el más retador. Ser madre es una experiencia llena de emociones, de subidas y bajadas. Y de muchísimo trabajo.
Entonces, ¿por qué parece que no haces nada todo el día? Porque en realidad, lo haces todo. Mamá, cuando te quedas en casa, te quedas a cuidar, proteger, criar y enseñar a una personita que depende enteramente de ti.
Cuando sientas que no haces nada, recuerda esto
Todos los días, te levantas a cuidar a tu bebé o tus hijos. Les vistes, les preparas desayuno, comida y cena. Les alimentas con paciencia y dedicación, y si puedes, comes algo tú también. Les limpias si se ensucian al comer, les vistes con ropa limpia (a diferencia de la tuya que parece ya tener manchas permanentes) y les arreglas el cabello con amor y ternura.
Respondes a cada necesidad que ellos puedan tener: hambre, sueño o ganas de ser tomado en brazos. Les acompañas, juegas con ellos, les cantas y te colocas en el suelo para hacerles sonreír. Les das cariño, calor y un lugar seguro, ahora que más lo necesitan. Y ellos te responden con abrazos, sonrisas y esa pequeña y adorable risa.
La casa podrá estar sucia, quizás olvidaste la ropa en la lavadora el día de ayer o aún no has podido lavar los platos de la comida anterior. Pero tu bebé está seguro, sano, bien cuidado y feliz. Estás criando a un ser humano, una persona que ahora te necesita para todo y que solo será pequeñita una vez. Estás maternando, y lo estás haciendo muy bien.
Y sí, quizás parezca que no haces nada, pero lo estás haciendo todo al entregar tu corazón, tiempo y dedicación. Quizás el trabajo que haces no sea reconocido por todos ni recibas el título de "empleado del mes", pero si recibirás muchos momentos únicos y felices al lado de tus hijos. Recibirás el amor más puro, con las sonrisas más sinceras y los abrazos más cálidos que puedas imaginar.
Así que cuando sientas o te digan que no haces nada, recuerda esto: eres mamá y tienes el trabajo más importante del mundo.