Ha pasado un año de aquel fatídico 14 de marzo de 2020 en el que entraba en vigor el estado de alarma en España a causa de la pandemia por coronavirus. Ese mismo día, y durante todo el año de pandemia nacieron miles de niños que llegaron a un mundo convulso y marcado por una crisis sanitaria sin precedentes. Como nos gusta ponerle nombre a todo, a estos bebés se los conoce como "coronabebés" o "cuarentenials" a los nacidos durante el confinamiento.
Al comienzo, casi nada conocíamos sobre este virus. Solo que había comenzado en China, que se extendía rápidamente por todo el mundo y que se estaba llevando por delante la vida de demasiadas personas, especialmente a nuestros mayores. Poco a poco, con el pasar de los días y los meses, fuimos conociéndolo más en profundidad, familiarizándonos con sus síntomas y cómo evitar contagiarnos.
Las embarazadas que salían de cuentas por esos días lo vivían con especial preocupación, y no era para menos. Dieron a luz con medidas excepcionales de seguridad frente al Covid, con mascarilla, y algunas solas, sin la compañía de sus parejas, porque se desconocía si podría ser un riesgo para el bebé. Los protocolos cambiaban de un día para el otro, y era normal sentir temor ante un acontecimiento que imaginaron durante nueve meses completamente diferente.
Al nacer, algunos bebés fueron separados de sus madres por precaución, aunque afortunadamente luego se comprobó que el contacto piel con piel y la cercanía de la madre, aunque sea Covid positiva, sigue siendo lo más recomendable.
También se sumaba el temor de cómo podría afectar el virus a los recién nacidos, aún con un sistema inmunitario inmaduro, aunque por suerte luego supimos que la mayoría de los bebés nacidos de madres con Covid no se contagian y lo que lo hacen, suelen presentar síntomas leves.
Con distancia y mascarillas
El nacimiento de un hijo es una de las experiencias más bonitas que pueden vivir unos padres, sin embargo en muchos casos la incertidumbre por la pandemia marcó ese momento.
Los familiares ya no podían visitar al recién nacido, y muchísimo menos abrazarlo o acariciarlo. Los abuelos tuvieron que conocer a sus nietos a través de una ventana o a más de dos metros de distancia, con mascarilla y sin contacto físico. ¿Qué abuelo o abuela no desea con toda el alma achuchar a su nieto recién nacido? Pues no fue posible.
Cuando las mascarillas se hicieron obligatorias en espacios públicos, al comienzo nos impactó ver a las personas por la calle con la boca tapada. Para los bebés nacidos en pandemia, no ver la sonrisa de las personas es lo normal.
El primer año de los bebés nacidos en pandemia
Como todo recién nacido, los bebés nacidos a lo largo de este año recibieron los cuidados de sus padres, pero lo vivieron encerrados en casa. Es la nueva realidad que les ha tocado vivir: sin paseos al comienzo, y luego con paseos a las horas estipuladas por la desescalada. Hubo que activar la imaginación para entretener en casa a esos pequeños que deseaban explorar el mundo a su alrededor.
Eso sí, mirándolo desde un punto de vista positivo, muchos bebés tuvieron el privilegio de tener a sus padres en exclusiva 24 horas al día y pudieron disfrutar de cada pequeño hito que alcanzaron en su primer año de vida: la primera sonrisa, los primeros gateos, las primeras palabras... Algo que en una situación normal tal vez no hubiera sucedido.
Los niños tienen una gran capacidad de aceptación desde que son muy pequeñitos. A diferencia de los adultos, ellos tienen una capacidad extraordinaria de amoldarse a cualquier situación. Ha sido un año difícil, pero esto también pasará. Cuando sean mayores y estudien la pandemia del coronavirus del 2020, podrán contar que ellos nacieron en aquellos tiempos revueltos.
Cuando esto pase y estemos todos seguros gracias a las vacunas, los bebés nacidos en pandemia necesitarán más que nunca el contacto físico, los abrazos y los besos de sus afectos para recuperar todo el tiempo perdido.
A todos esos bebés que están cumpliendo o cumplirán pronto su primer añito de vida en pandemia, les deseamos un muy feliz cumpleaños y una feliz vida.
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