Desde hace siete años, los investigadores trabajan con líquido amniótico de mujeres embarazadas sabiendo que en él, se encontraban distintas células (aún inmaduras) que podrían ser utilizadas con algún fin terapéutico, pero hasta ahora no se tenía claro si en el líquido amniótico estaban contenidas células madre.
Tan sólo un 1% de las células que se encuentran en el líquido amniótico son de este tipo, cantidad suficiente que le ha servido al equipo de investigadores para crear huesos, grasa, nervios, etc. Como hemos dicho anteriormente las pruebas han sido realizadas con ratones obteniendo un gran éxito. Deberemos esperar a que se realicen más pruebas que certifiquen la viabilidad y efectividad de las aplicaciones terapéuticas que se barajan en torno a esta nueva fuente de células madre.
De momento el descubrimiento parece que ha sido aceptado de buen grado por distintas organizaciones que inicialmente estaban en contra de la utilización de las células madre embrionarias y ven con buenos ojos la posibilidad de utilizar las nuevas células. No es lo mismo destruir o dañar un embrión para obtener las preciadas células que recoger las que se encuentran flotando en el líquido amniótico, además, son mucho más fáciles de recolectar sin ningún riesgo añadido.
Los pasos de la ciencia se encaminan a mejorar la calidad de vida humana con el consenso de toda la población, sin duda se trata de un gran descubrimiento.
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