Al haber menos nacimientos, también son menos las muertes infantiles, pero también es mucho más precario el relevo generacional, pudiendo afectar seriamente a la economía del país en un futuro no muy lejano. Encontrar un adecuado equilibro generacional no resulta complicado, existen muchos datos y fórmulas que lo posibilitan.
No sería extraño que en un futuro, este país se convirtiera en el país más viejo del mundo con la menor tasa de natalidad. Una cosa es evidente, la economía se encuentra asociada a la natalidad, reprimir excesivamente la evolución de la población tiene desastrosas consecuencias para el futuro.
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