La tasa de natalidad en nuestro país lleva años a la baja, y nada parece detener la caída. Los últimos datos registrados evidencian que el 'baby crack' es una realidad: cada vez nacen menos bebés y somos madres a edades cada vez más tardías.
Detrás de estas alarmantes cifras hay varios motivos, entre ellos la crisis económica, la precariedad laboral y la falta de medidas para conciliar. Pero también es importante destacar una tendencia cada vez más generalizada entre los jóvenes españoles: formar una familia tras haber vivido otras experiencias previas, como viajar o escalar profesionalmente.
Así, de acuerdo a los datos recogidos en el XII Barómetros de Familias en España, tener hijos es la última prioridad entre los menores de 45 años, por detrás de prosperar profesionalmente, viajar o ampliar sus estudios.
Los menores de 45 años quieren tener hijos, pero no en un plazo de cinco años
La idea de formar una familia entra dentro de los planes de futuro de muchas parejas españolas menores de 45 años. Además, según datos del Barómetro, este planteamiento de vida ha ido ganando fuerza con los años, pasando de un deseo que en 2019 solo contemplaba un 26% de encuestados, a un 46% actual.
Pero tener hijos solo es una prioridad en el medio plazo (5 años) para el 62% de los encuestados. Antes se sitúan otras prioridades como 'prosperar profesionalmente' (prioritario para el 81% de los encuestados) 'viajar y conocer otras culturas' (79%) y 'ampliar los estudios' (68%).
Este dato estaría íntimamente relacionado con las dificultades que entraña la crianza para la gran mayoría de los encuestados. No en vano, ocho de cada diez considera que existen mayores dificultades para formar una familia ahora, que en generaciones anteriores.
La caída de la natalidad: un problema grave que es necesario abordar
Aunque esta encuesta se ha realizado con una muestra poblacional de poco más de 1.000 personas, es importante reflexionar sobre los resultados, pues si bien hace algunas décadas no tener hijos o tenerlos a edades tardías era algo excepcional, en la actualidad las tornas han cambiado.
Son muchos los estudios que se han realizado en los últimos años para entender el por qué de la dramática crisis demográfica que vive nuestro país.
Una encuesta de fecundidad realizada en 2018 aseguraba que a tres de cada cuatro mujeres les gustaría tener al menos dos hijos, pero la falta de conciliación y el dinero se lo impiden. Los problemas de conciliación salían también a relucir en otro estudio llevado a cabo por la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) y en el informe 'Demografía y mercado laboral en España' realizado en 2021, que además apuntaba entre otras causas la falta de expectativas laborales.
Lo que está claro es que los jóvenes consiguen puestos estables de trabajo cada vez más tarde, lo que a su vez retrasa la edad de emancipación y de formar una familia. Por otro lado, vivimos en una sociedad que no favorece la conciliación; una sociedad que apuesta por ampliar el horario de los colegios en lugar de ayudar a las familias a compaginar su vida laboral con la personal.
Creer que es posible tener hijos sin importar la edad
Pero a juzgar por los datos del Barómetro, abordar estas cuestiones podría no ser suficiente, sino que se necesitaría, además, un cambio de mentalidad entre los jóvenes.
Y es que llama poderosamente la atención que aunque los menores de 45 años contemplen entre sus proyectos de vida formar una familia, sus prioridades a medio plazo sean viajar o triunfar profesionalmente antes que convertirse en padres. ¿Acaso está reñida una cosa con la otra?
Por otro lado, cabe mencionar que a menudo nos olvidamos de que el periodo de vida fértil de la mujer no es tan largo como nos gustaría: "ya tendremos tiempo de tener hijos", opinan muchas parejas de 35 o incluso 40 años. Pero la realidad es que biológicamente ya estamos fuera de tiempo.
Los óvulos, al igual que el resto de células del cuerpo, también envejecen, haciendo que las probabilidades de embarazo vayan disminuyendo con la edad. De hecho, según los estudios, las mujeres de 40 años tienen tan solo un 5% de posibilidades de lograr un embarazo en cada ciclo, frente al 15% de posibilidades de éxito a los 30 años.
Esto explicaría por qué cada vez nacen más niños mediante tratamientos de fertilidad, por qué muchas mujeres no tienen el número de hijos que desearían y por qué hay cada vez más hijos únicos.
En definitiva, son muchas las cuestiones que deben cambiar para solucionar la crisis demográfica a la que nos enfrentamos. Pero si alguna vez llegaran a mejorarse los permisos de maternidad/paternidad, las ayudas por hijo o las políticas de conciliación, cabría preguntarse si realmente mejoraría la situación de una forma notable.
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