Pero también tenemos que tener en cuenta que el humidificador es un aparato que necesita ciertos cuidados para su correcto funcionamiento, hay que pensar que gracias a él nuestro bebé tiene una mejor respiración.
Debemos limpiar a menudo el humidificador con un cepillo, sobre todo el interior del depósito del agua donde suelen almacenarse restos sólidos. La limpieza se ha de hacer sólo con agua, aclarando abundantemente y nunca utilizando ningún tipo de detergente, ya que pueden quedar restos que al utilizar el aparato serán liberados a la atmósfera que respira el bebé. No pongas el humidificador junto a la cama, lo mejor es colocarlo en un rincón de la habitación y sobre todo si se trata de un aparato de vapor caliente. Un exceso de humedad tampoco es recomendable, por lo que no debes tener el aparato conectado continuamente, lo mejor es tener colocado un higrómetro para controlar la humedad existente en la habitación, ésta debe situarse entre el 25 y el 50 %.
En lo que concierne a la vida del bebé, debemos cuidar todos los detalles y aspectos que puedan, de alguna manera influir, en su bienestar o en su desarrollo.
En Bebés y más | ¿Vaporizador o humidificador?