Los niños tienen claro que ellas y ellos deben recibir la misma recompensa por el mismo trabajo. Así lo demuestra este experimento que ha realizado el grupo financiero noruego Finans Forbundet con motivo del Día de la Mujer para llamar la atención sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres.
Aunque los países nórdicos están próximos a la igualdad plena, las disparidades de género son una realidad a nivel global. Pero los niños no ven en el género un motivo para la desigualdad salarial, y su reacción es la más simple y lógica.
El experimento consiste en darle a cada pareja niño-niña el mismo trabajo: tienen que recoger unas bolas de color rosa y azul y colocar las de cada color dentro de un recipiente. Ambos colaboran para realizar juntos el trabajo, sin importar el color de las bolas que cada uno escogía. Una vez acabado, reciben un bote con golosinas como retribución por su "trabajo".
¿Pero qué sucede? El bote del niño está lleno de gominolas mientras que el de la niña tiene bastantes menos. Cuando se les dice el motivo, que reciben menor recompensa por ser niñas, su sorpresa es mayúscula, e incluso comentan que "eso no es justo".
Afortunadamente, los niños tienen muy claro lo de la igualdad salarial, y al notar la injusticia, reparten las golosinas con sus compañeras igualando la cantidad. Los adultos aceptamos una situación que los niños ven claramente como injusta. Una vez más, los más pequeños nos dan una gran lección.
En Bebés y más | La publicidad sexista y nuestros comportamientos como adultos condicionan, más de lo que creemos, el juego de los niños, Las diferencias de género empiezan ya en la infancia: los niños reciben más paga que las niñas