Este es uno de los aspectos que se mejoran con la maternidad, aunque además se deben sumar el aumento de la memoria, el aprendizaje y una mejor habilidad para orientarse y poderse desenvolver en las tres dimensiones del espacio. La pena es que estas nuevas habilidades que presentan las mamás con la maternidad, sólo duran los primeros años o incluso meses de vida de nuestro hijo. Una de las facetas que perdurará toda la vida, es el amor incondicional que la mamá muestra hacia sus hijos. Nuestros hijos activan regiones del cerebro que están vinculadas a las sensaciones de euforia y recompensa, inhibiendo también nuestra capacidad crítica hacia nuestros seres más queridos.
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