¿Vas a tener un bebé y dudas de si tu mascota podrá convivir con él? Pues antes de sacarla de casa, te animamos a que conozcas a Brutus, un perro Bullmastiff de California (Estados Unidos) que adora tanto al bebé de su familia que incluso le ofrece su juguete mas preciado para intentar consolarle cada vez que llora.
Una emotiva historia de amor que no es única. De hecho, la mayoría de las mascotas son buenas con los bebés y los niños, pueden convertirse en su primer mejor amigo. Incluso los perros más grandes y con 'cara de malotes', pueden demostrar ser increíblemente sensibles y amorosos con los niños.
“Sabía que la familia aumentaría incluso antes que los padres”
Solo hay un juguete que Brutus, un bullmastiff que vive con su familia al norte de California (Estados Unidos), se ha abstenido de triturar en pedazos: su bola 'sagrada' de felpa.
Se trata de algo amarillo que a Brutus le gusta llevar en la boca sin romperlo. Así lo cuenta su dueña, Bonnie Michalek, que vive con su marido y su mascota desde 2016, cuando lograron comprar una casa lo suficientemente amplia para un perro grande como él.
Hace pocos meses los papás de Brutus han tenido a su primer hijo, así que para distinguir entre Kayden y la mascota de su familia, han decidido llamar al perro “mi primer bebé”.
Aseguran que Kayden es una nueva experiencia para ellos, pero nunca se preocuparon acerca de cómo Brutus se llevaría con él, su primer bebé, porque según su dueña "adora a los niños":
"Cada vez que oye reír a los niños fuera de casa, se pone contento."
De hecho, asegura que sabía que la familia iba a aumentar casi antes que los propios padres, porque "las noches que mi marido trabajaba Brutus se negaba a ir a su casa.". Y aunque le ampliaron su espacio solo quería estar cerca de ella:
"Al echar la vista atrás me doy cuenta de que mientras yo pensaba que se estaba comportando como un caprichoso, en realidad estaba tratando de protegerme”
Así que como Brutus es un niño de mamá, su dueña procuró incluirle en todos los cambios que sucedían en la familia, sobre todo durante su embarazo.
"Desde que conoció al bebé quiso acurrucarse a su lado"
Cuando nació Kayden, Brutus se fue a la casa de los padres de Bonnie. Y cuando fueron a recogerlo, Bonnie sabía que “su primer bebé”, querría pasar un tiempo a solas con ella antes de que le presentaran al nuevo bebé.
"Me aseguré de prestarle atención y luego le dejé conocer a Kayden. Pasó de mi marido para acercarse rápidamente al recién nacido: inmediatamente quiso darle besos y acurrucarse a su lado”.
Y desde ese primer día, Brutus no ha perdido de vista a Kayden.
Es más, siempre que le escucha llorar, sabe que tiene que ayudar de alguna manera. Quizás por eso, comenzó a ofrecerle su famosa bola de felpa. Tal y como explica Bonnie, "agarra su juguete favorito para llevárselo a Kayden y consolarlo".
"Y es que este extraño objeto que Brutus se sienta bien, así que quizás pensó que podría funcionar la misma magia con 'su hermano pequeño'".
Muchas aventuras por vivir
Kayden ha crecido y Brutus se ha convertido en su mejor compañero de juegos y su guardián, su almohada, su detector de peligros... Y seguro que aún les quedan muchas aventuras que vivir en común.
Siempre he tenido perros en mi familia, porque creo que convivir con esta mascota enriquece a los niños y me parece una parte importante de su educación. Estoy totalmente de acuerdo con la idea de que no existe un compañero más fiel que nuestra mascota.
Kodiak, por ejemplo, el Alaska Malamute que teníamos cuando me quedé embarazada de mi hija, comenzó a cuidarme antes incluso de saber que yo iba a ser madre. Cuando le sacaba a pasear y algún desconocido se acercaba, se ponía en medio asegurándose que nadie iba a hacerme daño. Y cuando Kenya nació, se situaba bajo su cuna mientras dormía y venía a avisarnos a la cama si se movía (no sabía que la escuchábamos perfectamente). La relación entre ellos hasta que Kodiak murió tres años después fue maravillosa.
Mangosín, nuestro perro desde hace seis años, es bastante más pequeño, y cada día despierta a mi hijo Yago subiéndose a su cama y haciéndole carantoñas hasta que se levanta de la cama. Y cuando vamos paseando todos juntos, incluso con amigos de mi hijo, corre a su alrededor y de arriba abajo para que "no se salgan del rebaño, no se pierdan".
Por mis vivencias y las de los dueños de Brutus, si vas a tener un bebé y estás pensando sacar a tu perro de casa, aunque le adoras y es parte de la familia, mi consejo es que te lo pienses de nuevo, al menos una vez más.
Vía | The dodo
Fotos y vídeo | Instagram Captain Brutus, con autorización.
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