La salud infantil y especialmente la salud mental están influidas por la educación y el nivel social de los padres. Es preciso que los sistemas sanitarios y educativos tengan en cuenta estos aspectos para elaborar estrategias y proteger a los niños, especialmente a los de las clases más desfavorecidas.
Esta es una valoración que podría ser aplicada en la práctica clínica, y se ha obtenido a partir de ‘Social inequalities in mental health and health-related quality of life in children in Spain’, publicado en Pediatrics, y revisado por María Paz González Rodríguez y Cristina Velarde Mayol. La principal conclusión de este estudio es que ‘el nivel social familiar y el de estudios de la madre influyen en la salud mental de los niños y adolescentes españoles’, siendo peor en las clases sociales más desfavorecidas y en los hijos de madres con estudios primarios. No se encontró asociación con la CVRS (un cuestionario de calidad de vida), aunque los niños de clases sociales desfavorecidas tienen puntuaciones inferiores.
En la medición de resultados, se han tenido en cuenta las siguientes variables independientes fueron: edad, sexo, lugar de residencia, lugar de nacimiento, estructura familiar (monoparental, parental, tamaño) y nivel socioeconómico familiar. Este se midió teniendo en cuenta la clase social y el nivel de educación familiar. Por último, añadieron el factor de “discriminación” por sexo, etnia, religión o clase social.
El objetivo de la investigación era analizar la salud mental y calidad de vida en niños y adolescentes, relacionándolas con la situación social y familiar. Se incluyeron niños de cuatro a 15 años – para la salud mental – y de 8 a 15 – para la calidad de vida -; procedentes de una muestra de población Española (más de 30000 domicilios).
La calidad de vida es un concepto amplio y multidimensional que incluye la valoración subjetiva de los aspectos positivos y negativos de la vida. Al igual que la salud mental, está relacionada con los factores socioeconómicos
En situaciones de conflictividad social, económica y de pobreza, la salud de las poblaciones empeora. Estas situaciones afectan sobre todo a los más débiles, como son los niños y los ancianos.
Dado que el estudio se realizó durante los años 2006 / 07, puede que en la actualidad (al haber empeorado la situación de muchas familias) fueran diferentes.
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