Gracias a la elaboración de un trabajo en el que se analizaban las tasas de mortalidad y la desnutrición, se han hallado una serie de hechos que hacen pensar y plantearse actuar de manera distinta para conseguir paliar estos problemas antes de que se den como una emergencia.
Al parecer, en África la mayoría de los niños no sufren desnutrición y tampoco es el continente donde hay más niños desnutridos en el mundo, en realidad donde existe mayor problema, y así lo reflejan las estadísticas, es en países como India o Pakistán entre otros.
Otro punto a tener en cuenta y que incide principalmente en el problema de la desnutrición infantil es el SIDA, este contribuye de una manera muy directa, con lo que pone en relieve que se debe actuar contra esta enfermedad para poder mejorar el problema de la desnutrición infantil. La política y la economía no mejoran el problema nutricional de los niños, tan sólo hay que ver las estadísticas sobre algunos países como por ejemplo Los Emiratos Árabes Unidos, a pesar de ser un país muy rico tiene un 14% de desnutrición infantil, algo incomprensible pues medios para solucionar el problema los tienen. Otro ejemplo más sería el que reflejan países como Brasil o la India, a pesar de tener un alto crecimiento económico, éste no incide sobre las capas sociales más desfavorecidas de estos países, con lo cual tienen una elevada tasa de desnutrición infantil.
El problema de la desnutrición infantil debe abordarse nada más ser identificado, no esperar a que se desate una emergencia y el ejemplo de esta situación es muy claro, la comunidad internacional hace mucho más por salvar a los niños desnutridos resultantes de una catástrofe, ¿será por hacerse eco en los medios de comunicación?. Y decimos esto porque no se actúa de la misma manera con los niños que padecen día a día este problema pero sin ser consecuencia de un desastre o catástrofe. ¿Es que acaso es necesario un problema de este tipo para que se actúe?
Lo que está muy claro para los autores del estudio y para el jefe de Nutrición de UNICEF, es que para paliar la desnutrición infantil se debe atacar a la raíz del asunto, entre otras soluciones, se debería mejorar la alimentación de las mujeres embarazadas y los lactantes, una mejor y mayor protección contra las enfermedades infecciosas, una mejora en la calidad del agua y de las condiciones sanitarias, promocionar que los bebés sean alimentados con leche materna al menos hasta que cumplan los seis meses de edad y una información más extensa y mucho más clara para los padres.
Si se conoce la raíz del problema, si los datos son verdaderamente fiables, siempre se puede atajar más eficazmente un problema.
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