En la mayoría de escuelas, se recibe la comida a través de una empresa de catering, los menús se seleccionan en cada colegio por la dirección del centro, la asociación de padres y la responsable de cocina. Todos ellos analizan los menús propuestos e introducen las modificaciones necesarias para mejorar las dietas. En los comedores escolares se les enseña a los más pequeños a lavarse las manos y los dientes, a utilizar los cubiertos, a comer alimentos variados y comportarse en la mesa correctamente. Esta enseñanza es ideal y complementaria de la que nosotros le damos en casa a nuestro hijo.
Hay una constante mejora en cuanto a la adecuación calórica y la variedad de los alimentos, además, se pone énfasis en la incorporación a los menús escolares de nuevos ingredientes. Podemos estar cada día más tranquilos gracias a las inspecciones, que se realizan constantemente para garantizar la seguridad de los más pequeños y de todos los niños en general.
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