Pero además hay que añadir la fiesta de cumpleaños propia, en la que los padres pueden llegar a gastarse hasta 400 euros con el regalo incluido y contando que asistan solamente unos 10 niños. Hay que contar con las invitaciones o el gasto de la bolsa de chucherías que se ofrece, además del banquete de los niños invitados. Los cumpleaños infantiles salen caros.
Cuando los padres tienen una economía ajustada, un gasto extra de unos 500 euros por hijo como mínimo debido a su vida social se traduce en un agujero más del apretado cinturón. Normalmente son los padres quienes organizan la fiesta intentando garantizar que todo se desarrolle según lo previsto para que el cumpleaños sea un día verdaderamente inolvidable.
Tantos quebraderos de cabeza y tanta vigilancia en la propia casa han provocado que últimamente las fiestas de cumpleaños infantiles se realicen en otros lugares, algunos de los habituales son los Mc Donald´s y los ChiquiPark, aunque hay quien prefiere realizarla en un parque de atracciones o un restaurante (el gasto será mayor evidentemente).
Muchos son los nuevos objetos de consumo o las nuevas costumbres en las fiestas infantiles, la mayoría han sido ideadas por empresas y agencias publicitarias creando una necesidad en los niños que realmente no tiene razón de ser.
Seguro que más de un lector recuerda sus fiestas de cumpleaños en la infancia, con sándwiches de pan de molde, ganchitos, patatas fritas y refrescos. Los globos y la vajilla decorada eran un festín, la tarta casera hecha con mucho amor era una delicia. No importaban los regalos (muchas veces era algo necesario en lugar de un capricho, ya se encargaban los padres de comunicarlo), eran las largas horas de juego con los amiguitos que ese día te dedicaban a ti, el mejor regalo.
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